sábado, 15 de agosto de 2015

Cómic

Santiago García en La Paz


Un especialista en historieta llega a La Paz. Gran oportunidad, sostiene el autor de esta nota, para reflexionar sobre la situación del género en el país.



Jorge Siles

La historieta nacional tiene motivos para celebrar; sin exageraciones. Llega para la Feria Internacional del Libro de La Paz nada menos que Santiago García, periodista, traductor, crítico, guionista y teórico de la historieta.
Español radicado en Baltimore, EEUU, García ha sido ganador en el importante Salón del Cómic de Barcelona del Premio a la Divulgación el 2011 y del Premio a la Mejor Obra Española de 2014 por Las Meninas con guion suyo y dibujos de Javier Olivares, otro conocido por estas tierras gracias a su paso por el Festival Viñetas con Altura.
Además, García es autor de varios otros títulos en compañía de artistas de la talla de David Rubín. Ha escrito y editado algunas de las obras de referencia más importantes de los últimos años (Panorama, Súper Cómic y La novela gráfica) y lleva un blog interesantísimo llamado Mandorla (santiagogarciablog.blogspot.com), donde cuelga noticias, reseñas y ensayos que no tienen desperdicio alguno.
Tener a una de las voces más autorizadas, en nuestro idioma, en historieta en el marco de la Feria del Libro invita al optimismo ya que estamos frente a la posibilidad de establecer un antes y un después en nuestro levemente revitalizado movimiento de historieta local.
¿Y por qué sería tan importante seguir de cerca las actividades que realizará este autor en La Paz? Bueno, Santiago ha escrito ensayos, artículos, críticas y reflexiones acerca de un medio que en nuestro país, así como en muchas partes del mundo es considerado por una gran cantidad de personas como algo inferior, meramente infantil o un producto del submundo cultural, situación que afortunadamente y gracias al trabajo de gente como él, va disminuyendo.
La historieta cuenta hoy por hoy de manera manifiesta con una madurez y riqueza cultural que le dan un prestigio equiparable al del cine o la literatura, esto gracias a obras ambiciosas e innovadoras que han captado la atención de propios y extraños.
En esto basa García una de sus declaraciones más importantes: “se puede hablar de cómic sin excusas ni intentando explicar toda su historia”, sosteniendo que ya quedaron atrás los tiempos de defender el cómic como medio, como arte. Y es verdad, aunque resulta que acá seguimos con el mismo tema: mientras en otras latitudes se habla de la evolución de la historieta “de cine de los pobres a literatura contemporánea”, aquí se sigue usando la primera parte de la frase anterior para explicar de lo que se trata. Y justamente esa perspectiva alejada de la autocompasión y la necesidad de justificación le vendría muy bien a los autores locales que se hallan activos en cuanto a producción.
No es que quiera ponerle una responsabilidad sobre los hombros a Santiago, pero podría depender de él y de su visión que los autores locales adopten una nueva forma de encarar el oficio y surja un punto de inflexión en esta joven historia de la historieta boliviana.
En esta feria del libro los interesados tienen la posibilidad de aprender y embeberse de su experiencia e indiscutible conocimiento del tema, por ejemplo, en uno de sus libros se incluyen, bajo su labor de editor, ensayos que versan sobre la autobiografía, la sexualidad, la reinvención de los superhéroes, el manga, el noir… en fin, elementos de la cultura que pueden ser abordados desde la historieta, temas que abren un abanico de posibilidades que a veces se le escapan al autor a la hora de enfrentar la hoja en blanco.
En una entrevista, García subraya que es necesario “insertar el cómic en los debates intelectuales o artísticos del escenario cultural general” porque “no hay arte que avance en la sociedad sin que vaya acompañado de un discurso”. Estas afirmaciones nos dan las pautas de la importancia de escuchar lo que tiene que decir.
El espectro de su trabajo teórico cubre mayormente a gente que realiza historietas o está involucrada con su producción, pero también de manera atractiva a los lectores casuales no familiarizados con la historieta por lo que perderse la oportunidad de acercarse a su discurso sería un lamentable error.
Respecto a la actualidad del panorama general de la historieta, apunta de forma acertada: “sería interesante que autores, editores e incluso distribuidoras tuviéramos la capacidad de hacer análisis generales y trazar estrategias para desarrollar a largo plazo. A veces parece que vamos haciendo la guerra por nuestra cuenta en lugar de unir esfuerzos y ayudarnos para llegar más al público”.
También señala la importancia de la crítica y la teorización sobre la historieta, campo en el que han sido fructíferos los franco-belgas y norteamericanos y ahora también España que tiene conformada una Asociación de Críticos y Divulgadores del Cómic a la par de un congreso donde se habla de temas que atañen al quehacer del historietista.
De especial cuidado sería este punto, ya que existe en nuestro medio un congreso de historieta, mismo que puede ser pieza fundamental del movimiento si se usa tal plataforma de manera asertiva.
En un pasado congreso se identificó al guion como el punto más débil del autor nacional promedio, por lo que la llegada de profesionales del área se constituye en cita ineludible para aquellos que se tomen en serio la creación de historietas.

García dictará un taller de guion y su visión acerca de lo que es el guion es simplemente fascinante: “…porque un tebeo (historieta) no es poner en imágenes un guion, el guión es parte del trabajo que hay que hacer para realizar el tebeo. Tú vas a leer un cómic y vas a leer el dibujo, no vas a leer el guion. El guion no existe. Lo que han leído es cómo el dibujante ha hecho el guion. El problema es que hay muchas obras en que sí se puede distinguir el guion del dibujo y eso es lo malo”. 

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