Huérfana Virginia, una dramática historia de amor
Texto preparado por el autor para la presentación de la novela de la autora chuquisaqueña.
Homero
Carvalho Oliva
No
se trata de la famosa cueca de Simeón Roncal que se toca en las guitarreadas y
se baila en las fiestas, sino de la primera novela de Amparo Silva, una artista
y escritora chuquisaqueña que decidió incursionar en el arte de la narrativa de
largo aliento después de haber escrito varios cuentos.
Amparo
fue alumna de Jorge Suárez, mítico poeta, novelista y periodista que en Sucre
dirigió un taller de cuento a fines de la década de los 90, y autor de El otro gallo que está incluida entre
las 15 novelas fundamentales de Bolivia.
“Huérfana
Virginia/ llora, llora/ el alma mía/ penas del ayer. /Nubes negras/ pasan por
mi mente, / sangra el corazón”, dice la cueca del maestro Roncal y sospecho que
esta letra inspiró a la autora de la novela para crear al personaje central de su
obra: Lorenzo Ezequiel Córdoba y Ricaldi, un joven de una familia chuquisaqueña
acomodada que se enamora de Jacoba Cerda y protagoniza un amor imposible.
La
novela ambientada en una ciudad de Sucre de principios del siglo XX, pueblo
chico/infierno grande, está escrita en un lenguaje que exagera a propósito
algunos rasgos típicos del habla de entonces de la clase alta con aires de
aristocracia de la capital boliviana. El lenguaje a veces es ostentoso,
castellano castizo afrancesado a la criolla y con cierta actitud de desdén por
lo indígena y mestizo.
En
la novela de Amparo, Sucre es una pequeña ciudad en la que el abolengo y el
apellido son más importantes incluso que el dinero, porque se podía ser pobre
pero con un buen apellido se solucionaba el problema casando a alguien de la
familia con algún vástago de una familia adinerada.
Amparo
toma algunos elementos del Tristán Marof de la novela Ilustre ciudad publicada en 1950, en la que el escritor critica de
manera abierta y cruel a la sociedad sucrense de la primera mitad del siglo XX,
una sociedad conservadora, hipócrita y timorata. Ese mismo ambiente social es
el que recrea nuestra novelista, en su ópera prima, para contarnos las
desventuras de un joven enamorado que tuvo que soportar años de encierro por
intentar rescatar a su amada.
¿Quién
es la huérfana Virginia? ¿Es una chola fea que parece hombre? O ¿es un hombre
vestido de chola con aviesas intenciones? Entretanto se va desvelando el nudo
de la historia, asistimos, como en un confesionario a un rosario de amores
prohibidos, adulterios, incestos y secretos sazonados con una descarada
picardía o en extremos perversos y pervertidos.
Si
bien la historia empieza en una chichería, cholas bellas de por medio, es en
una casona donde se desarrolla la mayor parte de la obra; bien podría ser una
metáfora de la ciudad, toda la hipocresía de un sector reflejada en los
habitantes del inmueble del cual muy pocos pueden escapar.
El
título de la novela no solo encierra el drama del amor no correspondido, sino
también la ironía de un sector huérfano de privilegios. La misma autora
reconoce en una entrevista que “la huérfana Virginia bien podría ser otro lugar
en la memoria de la ciudad, pues en ella existen aspectos del pensamiento, del
sentir, del actuar de una sociedad que evidentemente pensaba y actuaba como
narra la novela. No es del todo imaginación, muchos acontecimientos de la
misma, tienen base real. Ambigua como es, a la vez construye y de/construye,
porque revela que esa ciudad pacata, pintada con esmero también tiene sus
laberintos oscuros y sus invisibles hilos siniestros, que actúan poderosamente
por lo bajo, contrariamente a lo que se ve”.
A
propósito del argumento de la novela de Amparo Silva, el escritor Ramón Rocha
Monroy se pregunta: “¿cuánto ha cambiado Sucre desde la época en que se
inscribe la novela Huérfana Virginia,
de Amparo Silva Ugrinovic?
Desde
lejos, uno diría que ha cambiado por bolsones, pero algunos prejuicios se
mantienen, en especial el de las vidas paralelas que viven los “caballeros” que
se casan con “damitas de la sociedad” pero mantienen relaciones “naturales”
fuera del hogar”. Una novela que se deja
leer con mucha facilidad.
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