Colegiales y futuros artistas
Reseña de una exposición relámpago de jóvenes y promisorios artistas plásticos bolivianos.
Pedro
Querejazu
Se
trata de una exposición que ha estado abierta al público tan sólo tres días,
desde el 29 de septiembre hasta el 1 de octubre, en la Galería Alternativa -
Centro de Arte, en La Paz.
Era
un conjunto numeroso de obras realizadas por Fabricio Ágreda, Martina Ágreda,
Rodrigo Alvéstegui, Adriana Benavides, Camila del Castillo, Vicente Loayza, Sergio
Eduardo López, Caterina Pereira, Gabriela Prudencio, Camila Rufini, María
Alexandra Sainz, Nicolás Trigo y Adrián Zapata. Trece alumnos, según mi
recuento, de un grupo de 19. Todos ellos son parte de la promoción 2015 del
Colegio Saint Andrews, que tienen un promedio de 18 años de edad.
Me
ocupo de esta exposición fugaz, que muy poca gente ha debido ver, salvo los
familiares de los alumnos, porque desde esta columna he estado proponiendo
reflexiones sobre el arte y las políticas culturales sobre arte, patrimonio
cultural y cultura en el país.
Hasta
donde he podido averiguar, el mencionado colegio es el único en Bolivia que
ofrece un bachillerato internacional (reconocido internacionalmente y que
habilita a los bachilleres a optar directamente a las universidades
norteamericanas y europeas) con mención en artes. Otros colegios lo hacen con
menciones en humanidades o ciencias sociales, ciencias exactas y otras
especialidades.
Dado
que se trata de una mención internacional, los alumnos, que escogen la especialidad
en arte de manera libre, y considerando sus propias aptitudes, deben reunir un portafolio
individual que congregue el material producido a lo largo del tiempo,
especialmente del último curso de colegio, y, al mismo tiempo, deben presentar
una exposición colectiva de sus obras. Esta exposición se realizó en septiembre
dentro de las instalaciones del colegio. Fue una iniciativa de último momento
sacarla a una galería comercial abierta al público, que es la que comento.
Uno
de los aspectos más relevantes de la fugaz exposición es la evidencia de que la
creatividad está instalada en estos jóvenes que, gracias al estímulo adecuado,
la han hecho aflorar, de manera tal que puede presumirse con relativa certeza
que si ellos siguen estudiando arte en el nivel de educación superior, podrán
ser artistas destacados en el futuro.
Algunos
estudios psicológicos explican que la explosiva creatividad y expresividad de
la edad de la infancia experimenta una involución cuando los individuos llegan
a la pubertad, como parte de un proceso normal de afianzamiento de la
personalidad, tras lo cual la capacidad de creatividad y expresividad puede
remerger con los adecuados estímulos. Esta exposición es una demostración de
que el modelo de estímulo aplicado por este colegio es eficaz.
Según
me he informado, el trabajo de la mención en arte toma varios años. En todo
caso estos alumnos fueron preparados en niveles previos, 9° y 10° por
profesores formados como artistas como: Daniela Elías y Bryan Adriázola. Los
niveles 11° y 12° están bajo la tutela y responsabilidad de la artista y profesora
Ninet Sensano Vaca Pereira.
Adicionalmente,
en varios casos es evidente que el entorno familiar ha sido esencial para los
resultados que se muestran; es decir, que algunas familias han sensibilizado a
sus miembros en el arte y la cultura y, también, han respaldado y reforzado la
opción de estos jóvenes para estudiar arte.
La
calidad y cantidad de los trabajos presentados ha sido sorprendente. Las obras
mostraron propuestas plásticas en medios tanto tradicionales como lápiz y/o
acuarela sobre papel, grabado sobre papel, pintura al óleo sobre lienzo, así como
alternativos con otros materiales, desde el “ready made” o uso de “objetos
encontrados” y reutilizados, pasando por la escultura con yeso y otros
materiales, las instalaciones, la fotografía, etc.
Desde
luego que es evidente que se trata de obras juveniles y como tales ninguna
puede considerarse en el nivel de “obra maestra” o equiparable al trabajo
profesional; sin embargo, algunas piezas demuestran que estos jóvenes tienen
notable dominio sobre los materiales y medios de expresión.
El
Saint Andrews de La Paz afortunadamente no es el único colegio que cuenta con
artistas de relevancia en sus planteles docentes. Lo trágico es que en la
mayoría de los colegios públicos los docentes en artes suelen ser profesores normalistas
lo que, dada la peculiaridad del sistema de formación en las normales, resulta
en la aplicación de métodos y modelos totalmente secantes y contrarios a la
reflexión, al estímulo de la creatividad y a la libertad de expresión en los
jóvenes estudiantes.
Los
normalistas suelen ser tan malos y mediocres que se especializan en anular y
hundir la creatividad en los jóvenes bolivianos que tienen la desgracia de
tenerlos por profesores.
Con
este artículo pretendo resaltar un modelo exitoso de estímulo a la creatividad
y al arte en el país. En algún otro artículo he comentado, tanto la desgracia
que fue para Sucre el cierre de la Academia de Bellas Artes “Zacarías
Benavides”, como lo exitoso que fue para la ciudad de El Alto el modelo de la
Escuela Municipal de Artes, durante los años 2005 - 2010, con resultados
altamente positivos para esa ciudad y para los alumnos que la cursaron.
No hay comentarios:
Publicar un comentario