jueves, 9 de octubre de 2014

De arte y artistas

Colegiales y futuros artistas


Reseña de una exposición relámpago de jóvenes y promisorios artistas plásticos bolivianos.



Pedro Querejazu

Se trata de una exposición que ha estado abierta al público tan sólo tres días, desde el 29 de septiembre hasta el 1 de octubre, en la Galería Alternativa - Centro de Arte, en La Paz.
Era un conjunto numeroso de obras realizadas por Fabricio Ágreda, Martina Ágreda, Rodrigo Alvéstegui, Adriana Benavides, Camila del Castillo, Vicente Loayza, Sergio Eduardo López, Caterina Pereira, Gabriela Prudencio, Camila Rufini, María Alexandra Sainz, Nicolás Trigo y Adrián Zapata. Trece alumnos, según mi recuento, de un grupo de 19. Todos ellos son parte de la promoción 2015 del Colegio Saint Andrews, que tienen un promedio de 18 años de edad.
Me ocupo de esta exposición fugaz, que muy poca gente ha debido ver, salvo los familiares de los alumnos, porque desde esta columna he estado proponiendo reflexiones sobre el arte y las políticas culturales sobre arte, patrimonio cultural y cultura en el país.
Hasta donde he podido averiguar, el mencionado colegio es el único en Bolivia que ofrece un bachillerato internacional (reconocido internacionalmente y que habilita a los bachilleres a optar directamente a las universidades norteamericanas y europeas) con mención en artes. Otros colegios lo hacen con menciones en humanidades o ciencias sociales, ciencias exactas y otras especialidades.
Dado que se trata de una mención internacional, los alumnos, que escogen la especialidad en arte de manera libre, y considerando sus propias aptitudes, deben reunir un portafolio individual que congregue el material producido a lo largo del tiempo, especialmente del último curso de colegio, y, al mismo tiempo, deben presentar una exposición colectiva de sus obras. Esta exposición se realizó en septiembre dentro de las instalaciones del colegio. Fue una iniciativa de último momento sacarla a una galería comercial abierta al público, que es la que comento.
Uno de los aspectos más relevantes de la fugaz exposición es la evidencia de que la creatividad está instalada en estos jóvenes que, gracias al estímulo adecuado, la han hecho aflorar, de manera tal que puede presumirse con relativa certeza que si ellos siguen estudiando arte en el nivel de educación superior, podrán ser artistas destacados en el futuro.
Algunos estudios psicológicos explican que la explosiva creatividad y expresividad de la edad de la infancia experimenta una involución cuando los individuos llegan a la pubertad, como parte de un proceso normal de afianzamiento de la personalidad, tras lo cual la capacidad de creatividad y expresividad puede remerger con los adecuados estímulos. Esta exposición es una demostración de que el modelo de estímulo aplicado por este colegio es eficaz.
Según me he informado, el trabajo de la mención en arte toma varios años. En todo caso estos alumnos fueron preparados en niveles previos, 9° y 10° por profesores formados como artistas como: Daniela Elías y Bryan Adriázola. Los niveles 11° y 12° están bajo la tutela y responsabilidad de la artista y profesora Ninet Sensano Vaca Pereira.
Adicionalmente, en varios casos es evidente que el entorno familiar ha sido esencial para los resultados que se muestran; es decir, que algunas familias han sensibilizado a sus miembros en el arte y la cultura y, también, han respaldado y reforzado la opción de estos jóvenes para estudiar arte.
La calidad y cantidad de los trabajos presentados ha sido sorprendente. Las obras mostraron propuestas plásticas en medios tanto tradicionales como lápiz y/o acuarela sobre papel, grabado sobre papel, pintura al óleo sobre lienzo, así como alternativos con otros materiales, desde el “ready made” o uso de “objetos encontrados” y reutilizados, pasando por la escultura con yeso y otros materiales, las instalaciones, la fotografía, etc.
Desde luego que es evidente que se trata de obras juveniles y como tales ninguna puede considerarse en el nivel de “obra maestra” o equiparable al trabajo profesional; sin embargo, algunas piezas demuestran que estos jóvenes tienen notable dominio sobre los materiales y medios de expresión.
El Saint Andrews de La Paz afortunadamente no es el único colegio que cuenta con artistas de relevancia en sus planteles docentes. Lo trágico es que en la mayoría de los colegios públicos los docentes en artes suelen ser profesores normalistas lo que, dada la peculiaridad del sistema de formación en las normales, resulta en la aplicación de métodos y modelos totalmente secantes y contrarios a la reflexión, al estímulo de la creatividad y a la libertad de expresión en los jóvenes estudiantes.
Los normalistas suelen ser tan malos y mediocres que se especializan en anular y hundir la creatividad en los jóvenes bolivianos que tienen la desgracia de tenerlos por profesores.
Con este artículo pretendo resaltar un modelo exitoso de estímulo a la creatividad y al arte en el país. En algún otro artículo he comentado, tanto la desgracia que fue para Sucre el cierre de la Academia de Bellas Artes “Zacarías Benavides”, como lo exitoso que fue para la ciudad de El Alto el modelo de la Escuela Municipal de Artes, durante los años 2005 - 2010, con resultados altamente positivos para esa ciudad y para los alumnos que la cursaron.


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