jueves, 31 de julio de 2014

Dale gracias

Steely Dan: Countdown to ecstasy (1973)


Grillo Villegas / @grillegas

Steely Dan pertenece a lo que yo concibo como la realeza en la mesomúsica. Con ustedes Donald Fagen y Walter Becker. Cinismo. Sonido perfeccionista de estudio.
Jazz rock, art rock o pop jazz, se los etiqueta cerca de allí. Gran sonido, arriesgadas ideas de progresiones armónicas. Este es su segundo álbum. Una pinturita de USA de los setenta. Prostitución, drogas, gansters, creencias espirituales, apocalipsis nuclear, decadencia, todo muy beat.
La primera canción Bodhisattva es un boogie muy divertido (irónico, por supuesto). En el segundo track empezamos a escuchar la destreza que tienen al escribir canciones. Son tremendos. Estructuras que respeto mucho. Intros, interludes, solos, puentes y varias partes. Estructuras que muchos temen hacer ahora.
The Boston Rag es una de mis favoritas. Sonido Steely, coros ensamblados, los pianos adictivos de Fagen y sus impredecibles cambios. Excelente.
Your gold teeth tiene una intro que muestra de donde vienen. Fundamentos del jazz y Bop en esa melo. No sé por qué se van en fade out, cosas de esos años, me imagino. Cuántos finales nos perdimos.
Show biz kids. Dan ganas de moverse sobre una armonía que no lo hace. Hipnotizante la base y las voces. Una slide guitar respondiendo a la izquierda de las melodías. 
Tres canciones más completan lo que es el lado B de la versión en vinilo. Acabando con un colapso y devastación nuclear.
El control que tiene la banda del formato de rock/pop es lo único que les permite agregar el nivel de arreglos tan sofisticados y esos textos. Grandes músicos tocando. La verdad empecé a apreciar/entender esta banda después de mi visita obligada a los íconos del rock clásico, cuando uno busca nuevos sabores en esta vida.
Steely Dan es una metáfora perfecta en la mía. Esos caminos impredecibles, con muchos cambios. Esos cambios que tienen una razón perfecta para existir. Porque luego vienen otros más y debes estar preparado.

Arriesgarse para crecer. Elegancia en las tensiones. Es el secreto. Estirar un poco. Caminar hasta ser sofisticado en ese camino. Perder la ingenuidad usando la ironía como ejercicio. Esencial en estos días. Existen soluciones distintas para cada encrucijada. Steely Dan por supuesto es un gusto adquirido. Ni siquiera este es mi álbum favorito de Fagen/Becker. Geniales. 

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