“Dios, una entelequia de suprema ferocidad”
Eduardo Scott Moreno habla de su más reciente libro, un interesantísimo tratado histórico, crítico, interpretativo de la religión, los mitos y su influencia en el destino de la humanidad.
Martín Zelaya Sánchez
Eduardo Scott Moreno señala: “soy agnóstico en el sentido de
que no me parece probable que el ser humano vaya a conocer el universo y sus
fenómenos en su totalidad; soy ateo en cuanto a la existencia de un Dios como
rector de los destinos del universo en general, y del ser humano en particular.
Llámese ese dios Yavéh, Jehová, Zeus, Wotan o Inti”.
En el prólogo de su libro Apuntes agnósticos. Fe dogma y razón, editado el año pasado por
Kipus, pero que recién empieza a circular en el país, Augusto Argandoña
sostiene: “el lector encontrará la explicación de por qué en el islam lo sunitas
matan chiitas y viceversa y encontrará una exposición fundamentada del
nacimiento de esta religión, sus variantes, sus herejías y su desarrollo,
siendo esta la tónica del similar tratamiento al judaísmo y su otro epígono, el
cristianismo”.
Al respecto, el propio Scott, en su dedicatoria, adelanta el
summum: “dedico esta obra a esa gran minoría humana que ha decidido razonar en
lugar de creer. A aquellos que saben que los seres vivos son más importantes
que los dioses; y también a aquellos que han constatado que el Dios que la
superstición y el dogma crean, no es otra cosa que una entelequia de suprema
ferocidad e intolerancia que justifica la comisión de los peores crímenes
contra la humanidad”.
En las más de 500 páginas de este tratado, el también novelista
y cuentista indaga, interpreta y expone a profundidad precisamente ésta su
propuesta: razón por sobre credo, y para ello se vale de un amplio espectro de
temáticas, obras, mitos, parábolas, pasajes bíblicos, e historias de las
principales religiones: El mundo y el mito, La canonización, La primera
desobediencia, Lapidación y Las trompetas de Jericó son algunos de los
capítulos.
Entre tan frondosa oferta, se nos ocurre partir por la de
mayor vigencia y actualidad: la intolerancia.
- Hablas de la “entelequia”
en nombre de la se cometen los “peores crímenes contra la humanidad”. Esto da
pie a que te pida una reflexión sobre los recientes sucesos de Charlie Hebdo,
desde la perspectiva de la libertad de expresión, libertad de pensamiento y
producción intelectual-literaria, frente a fanatismos religiosos.
- Los lamentables sucesos de asesinato selectivo en la
revista Charlie Hebdo son una muestra de cómo el dogma fanático encuentra
motivo para eliminar todo lo que es visto como una amenaza. En este caso el humor
y el sarcasmo contra creencias que son verdaderamente necias, pues quieren que
se comulgue con piedras de molino, y de la forma en que el fanatismo religioso
está amenazando a la libertad de pensamiento y de prensa, a los valores
humanistas.
Incluso el Papa ha pedido una especie de autocensura en
cuanto a las opiniones sobre esa necedad que es el dogma religioso por las
consecuencias que puede traer de agresiones y represalias.
O sea que no se puede decir nada por temor, y eso es
totalmente inaceptable. Quizá es un resabio inquisitorial de cuando el
catolicismo quemaba mujeres acusadas de brujería y perseguía el pensamiento
libre; y hay que ver lo que hizo: una catástrofe europea en términos
humanísticos que duró 300 años.
“Los intereses
políticos y económicos, sumados a la parafernalia ideológica afirmada y
estancada en los instrumentos de dominación, hacen que las iglesias y otras
instituciones de la fe, hayan resultado siendo los reductos del fanatismo que
rechaza de plano el aprendizaje de la realidad y de la aplicación de medidas
con las que los seres humanos podrían hacer un mundo mejor”. (218)
- En la dedicatoria,
hablas de la gente que “ha decidido razonar en lugar de creer”. Más allá de tus
principios y posturas, es evidente que hay que convivir en la sociedad con una
mayoría de gente creyente. ¿Cómo encaras esto? ¿Cuán importante ha sido y es la
literatura (lectura y escritura) en ello?
- No creo en el determinismo ni histórico ni religioso; ni
en las religiones monoteístas o el marxismo, por ejemplo. Existe una frase de
Pascal: “nunca se matan los hombres tan entusiastamente como cuando es a nombre
de la religión”.
Esto es natural porque las religiones monoteístas exigen la
fe en el dogma, y cuando el dogma se pone encima de la razón, permite al hombre
cometer las mayores iniquidades, siempre a nombre de su Dios particular.
En el lado contrario están el arte y la literatura, que nos
enseñan a ver el mundo bajo conceptos distintos a los del dogma; la lectura que
agranda la mente, que hace comprender otros puntos de vista, que nos presenta
otros mundos, otras realidades y otras experiencias. La lectura crítica que nos
da entendimiento e información.
- ¿Por qué a un
escritor no creyente le apasiona, le desvela tanto el tema de la religión, la
fe y el destino de la humanidad?
- El tema de las mitologías y religiones me interesa desde
siempre, porque está íntimamente ligado con el ser humano, con la forma en que
representa la realidad, la vida y la muerte. Me interesa porque es notable cómo
los mitos han impregnado la civilización mundial, y cómo han intercambiado
personajes, situaciones y acontecimientos.
“Así que el
eclecticismo teológico conformará un monumental baturrillo de dioses y diosas
que tomarán y cederán atributos; se metamorfosearán y se harán de adoradores
según lo consideren las conveniencias tribales y nacionales, y según lo dicten
las guerras y las conquistas”. (63)
- Me parece obvio que
-lejos de lo que haría cualquier “activista” religioso- no buscas convencer a
nadie de nada, entonces ¿sobre qué es este libro, qué puede esperar la gente de
él?
- Apuntes agnósticos.
Fe, dogma y razón, es una obra rigurosamente histórica. Todas las citas,
incluyendo las bíblicas, están entre comillas y referidas con detalle a la
fuente. Hay una bibliografía al final, documentada y precisa. No entra en el
tema de si Dios existe o no, eso es metafísica y especulación fácil, y que está
tan de moda con las obras de corte místico.
Es historia; historia de los mitos y como unos han influido
sobre otros. Cómo la mitología hebrea ha sido influenciada por la sumeria,
egipcia, griega y babilonia, entre otras. Cómo se articula esa mitología, y cómo
se escriben esos feroces códigos penales de la Edad de Bronce llamados Levítico
y Números. Se detalla su influencia sobre el cristianismo y el islamismo y su
difusión mundial. El lector interesado en historia puede estar seguro que
encontrará una lectura interesante y rigurosa.
“El totalitarismo
religioso del monoteísmo desprecia todo lo que excede su orbe metafísico; exige
la aniquilación del disenso, de lo distinto y del deseo de libertad. También, y
no en menor medida, cargará al ser humano con la culpa de la existencia; con el
mea culpa est del pecado que hace
imposible la felicidad; con la vergüenza de la sexualidad; con la intolerancia
y con el espejismo de una vida en el Más Allá que nadie, nunca, ha visto. Tanto
que se dice que las religiones monoteístas son lo mismo: todas están basadas en
la culpa innata del ser humano, pero se diferencian en que tienen y celebran
distintos feriados”. (508)
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