Literatura boliviana 2015:
memoria de lo que vendrá
Maximiliano Barrientos, Claudio Ferrufino y Aldo Medinaceli con nuevas obras; René Bacopé, Ricardo Jaimes Freyre, David Villazón y Sergio Suárez Figueroa con valiosísimos textos recuperados del olvido; Julio Barriga con un extraño e imperdible libro autobiográfico destacan entre lo mejor que las letras bolivianas prometen para este año.
Martín Zelaya Sánchez
Si, ya sé que lo más odioso por estos días es ver no una
sino decenas de listas, top y cánones de “lo mejor de 2014”; pese a eso, a
riesgo de caer en el mismo mal, se nos ocurrió adelantar -sí, así de osada y
arbitrariamente- “lo mejor de 2015”, una especie de memoria de lo que vendrá
(con el permiso de Juan Gonzáles) en el mundo editorial boliviano, o en la
producción de bolivianos en el exterior.
Reunimos así ocho libros que consideramos deben leerse sí o
sí en este año. Por supuesto que habrá muchísimo más, pero de lo que las
editoriales y autores pudieron adelantarnos, creemos que lo que va a continuación
es fundamental.
Vamos a arrancar con dos libros que en su última página
muestran a 2014 como fecha de edición, pero que de ese año apenas alcanzaron a
ver unas pocas horas, tanto así que La
tumba infecunda –reedición de la novela de René Bascopé Aspiazu- se lanzó
el pasado martes 30 de diciembre, y El
hombre que amaba a Amy Winehouse, de Julio Barriga, apenas llegó a
librerías hace poco más de una semana.
El hombre que amaba a
Amy Winehouse
Julio Barriga
El Cuervo
Cuenta Fernando Barrientos en el prólogo de este libro de
crónicas autobiográficas: “Ahora Barriga luce como en las últimas fotos de
Macedonio Fernández. Su hija está embarazada así que pronto va a ser abuelo.
Rara vez abandona su rutina de caminatas y lecturas en penumbras (…) expresa
que con su nuevo libro quiere demostrar que un poeta no es solo ‘un imbécil que
no sabe expresarse en prosa’ (…) Siendo su obra en verso esencialmente
autorreferencial, estas prosas conmemorativas y testimoniales son la
continuación del ajuste de cuentas consigo mismo: dejar todo cortado, medido y
embalado para el final”.
Fragmento
“He sentido la desagradable prueba y la consiguiente
impresión de no existir. Volví a Bermejo luego de veinticinco años y todo lo
que conocí allí había cambiado hasta desaparecer. Ocasiones anteriores en que
pasé hacia Argentina me escurrí como huyendo de algo. Aquello de lo que yo
escapaba ya no puede atraparme”.
La tumba infecunda
René Bascopé Aspiazu
La Mariposa Mundial
Esta novela publicada hace 29 años, un año después de la
temprana muerte del autor, demoró muy poco en hacerse un clásico, y, como tal,
pasó a ostentar el dudoso honor de sus similares: ser objeto de innumerables
citas y referencias, pero muy escasas lecturas.
En el prólogo de esta tercera y bella edición (tras las de
Los Amigos del Libro de 1985 y 1997), comenta Omar Rocha:
“En La tumba infecunda
los detalles se convierten en signos de un próximo destino, esa es la condición
y dignidad de los personajes. La vida de Constantino Belmonte fue desde el
principio un conjuro a los signos de la muerte: Hace llorar a los sapos y para
evitarlo tiene que aprender el arte de la brujería. Decide morir en el
cementerio de los elefante, pero es salvado por un grupo de prostitutas y se
convierte en sepulturero de sus fetos”.
Fragmento
“Cuando llegaron a la casa, ella lo invitó a pasar al
interior. La atmósfera de aquel cuarto era extraña, cargada con el aroma casi
frutal de un perfume cuyo origen era imposible precisar. Para Constantino, que
había aprendido a entender que lo extraño sólo tiene esa categoría en tanto que
no es experimentado, aquel ambiente fue una prueba decisiva que supo sortear
con destreza, y en pocos instantes la asimiló como quien aspira una larga
bocanada de amanecer vegetal. Sin embargo se dio cuenta de que en la incompletud
de su aprendizaje aún no sabía qué eran los seres humanos, como aquella mujer
que lo condujo, sólo con su andar, hasta donde estaba, como si lo hubiera
tomado de la mano”.
Madrid-Cochabamba
(Cartografía del desastre)
Claudio
Ferrufino-Coqueugniot y Pablo Cerezal
3600
Escribe Pablo Cerezal, coautor de este libro: “2014 me
descubría asomado a las azoteas de miedo y escarnio de una Cochabamba caníbal.
Hasta allí llegué, dos años antes, con la intención de colaborar al futuro de
aquellos niños a quienes más desfavorecía su voracidad ciudadana. Y al tiempo
que descubría que la solidaridad, en muchos casos, es nuevo disfraz con que
ocultar antiguas apetencias, me llegaba la ventolera de verbo exacto y puñal
sensible de Claudio Ferrufino-Coqueugniot”.
“El maestro de las letras bolivianas osaba enredarme en una
aventura literaria que pudiese describir las calles de nuestras ciudades como
si de un mapa de catástrofes se tratase. Una aventura literaria que, para un
servidor, fue vital, por restituirle la fe en que la solidaridad aún existe.
Comenzamos e escribir, al unísono, este Madrid-Cochabamba
(Cartografía del desastre). Claudio me inoculó el veneno de su prosa
obligándome a rectificar en exceso los excesos de la mía, para hablar de mi
Madrid natal, por entonces tan lejana. Mientras, rediseñaba, con mordiscos de
tinta, su Cochabamba, tan lejana también para él”.
“Una ciudad lo es por el latido de los perdedores que
bosquejan su cartografía, más que por el acuciante trasegar de la civilización
y las monedas. Y estoy seguro de que el lector sabrá perder el rumbo en esta
metrópoli bifronte que hemos sufrido/gozado reconstruyendo para ustedes”.
Poesía completa
Sergio Suárez
Figueroa
La Mariposa Mundial
Sobre este aún enigmático vate uruguayo boliviano, muerto
tempranamente como tantos otros, se habla bastante, pero se conoce casi nada.
Por eso será más que oportuna la edición que para mediados de este año promete
reunir en un solo libro toda su producción poética, además de un oportuno
estudio introductorio, cronología y apuntes a cargo de Alan Castro Riveros y
Rodolfo Ortiz.
A propósito, en un artículo publicado a fines de 2013 en un
suplemento que dio a luz a este LetraSiete, Castro escribió:
“La poesía de Sergio Suárez Figueroa anda oculta en los
recovecos de la ciudad de La Paz. Sus libros de poesía, desperdigados entre
amigos y amigos de los amigos, circulan casi secretamente, relampagueando en la
imagen incompleta de los consagrados”.
“Aunque sus obras de teatro fueron recibidas con algo más de
entusiasmo, el escasísimo trato crítico que recibió su obra en general es
inquietante. Especulando en torno a esta inadvertencia concurren dos
explicaciones: 1) la oscura nacionalidad del poeta; 2) la forma de sus poemas,
que fluctúan entre la narración, el ensayo reflexivo y el oráculo”.
“Si bien es más seguro que Suárez haya nacido a orillas del
Río de la Plata, no es posible desoír su repetida afirmación de ser boliviano
ni olvidar el carnet de identidad que su amigo Jaime Saenz consiguió tramitar a
punta de tejemanejes para legalizar su nacionalidad, inscribiendo a Santa Cruz
de la Sierra como su ciudad de origen”.
“Por otro lado, su escritura poética parece no tener
antecedentes en nuestras letras y, si los tiene, no se han visto como destellos
sucesivos de una tradición a seguir”.
La desaparición del
paisaje
Maximiliano
Barrientos
Periférica (España)
Describiendo brevemente su novela, Maximiliano Barrientos,
sostiene: “En mucho de lo que escribí conté la historia de una desaparición.
Hombres que asumen el reto de perderse. Me gusta pensar en esta novela como la
contraparte a ese deseo, la historia de un hombre que vuelve al lugar donde se
convirtió en adulto y todo lo que sucede en ese gesto. La pensé como la
historia de una familia, de un acontecimiento que precipitó su desmoronamiento
y del lento proceso de reconstrucción que emprende el narrador”.
A ello deberíamos agregar esta breve frase tomada de una
entrevista que le hicimos a propósito de su participación en el FILBA
2014: “...la novela abarca muchos años
en la vida del personaje, y luego de las primeras cien páginas, el foco del
conflicto muta a otros lugares”.
En todo caso, qué duda cabe, este libro que la editorial
española Periférica anuncia para febrero, es uno de los más esperados por
quienes en Bolivia -y fuera de ella- siguen desde hace ya más de un lustro la
sólida trayectoria de Maxi.
A falta de un fragmento, más adelantos: “Vitor Flanagan
escapó de Santa Cruz porque su madre había muerto cuando él era niño, porque
cuando se hacía adulto comprendió que irse era la única vía de no convertirse
en su padre, un alcohólico que peleaba con cualquiera que se le pusiera
enfrente. Doce años después de haber llevado una vida errática en Estados
Unidos, vuelve a su ciudad tras haber perdido todo contacto con la gente que lo
quiso”.
“Es una novela sobre la culpa, sobre la clase media cruceña,
esa cosa difícil de precisar en tiempos de cambios sociales tan contundentes en
Bolivia. Sobre cómo los hijos que nunca tendrán hijos sobrellevan el luto por
la muerte del padre”.
Asma
Aldo Medinaceli
Nuevo Milenio
Escribe Edmundo Paz Soldán -¿y acaso ello no es ya
suficiente invitación?-: “En uno de los cuentos de este magnífico libro de Aldo
Medinaceli un personaje se fija en un cuadro y se intuye dentro de él; una
epifanía lo lleva a sentir ‘el dolor de saber que nada nos pertenece, ni
siquiera nostros mismos’ y ‘la conciencia de la imposibilidad de asir la
realidad, la personalidad huidiza del tiempo, la inevitable libertad de las
personas’. Leemos los cuentos de Asma
de la misma manera, transportados, sintiéndonos dentro de ellos. De lo mismo
que transcurran en un mercado en El Alto o en Buenos Aires o en la visita a un
museo en Amsterdam: Medinaceli es versátil, y sus cuentos son una rotunda
desautorización a su personaje: en Asma,
el escritor ha sabido asir la realidad a través de diversos registros. Son
muchos autores los convocados aquí, múltiples voces en la búsqueda de atrapar
el tiempo, capturar en palabras cómo es que se construye y desarma la libertad
de las personas. Medinaceli mira un cuadro o toma apuntes para la obra que va a
escribir, y eso sirve de base para una literatura capaz de interpelarnos en
cada párrafo. Asma es el libro de un
gran autor.
Ricardo Jaimes
Freyre. Colección prosa boliviana
Carrera de Literatura
(UMSA)
Un grupo de investigación de docentes y estudiantes de la Carrera
de Literatura de la UMSA, publicará en los siguientes meses dos tomos dedicados
a los escritos en prosa de Ricardo Jaimes Freyre.
“El escritor potosino -cuenta Omar Rocha, parte de este
equipo- es tomado en cuenta por la crítica fundamentalmente a partir de su
dimensión de poeta, pero a lo largo de su larga trayectoria como periodista,
profesor, historiador y diplomático, dejó una serie de textos en prosa que este
proyecto ha recuperado de periódicos, revistas y hojas dispersas”.
Se trata de ensayos literarios, crónicas, teatro, prosas
breves, cartas y una novela. También se publicarán ensayos sobre esos textos
recopilados y editados. Estos libros forman parte del proyecto llamado “prosa
boliviana” y que ya publicó el 2013 un libro dedicado al escritor Alberto de
Villegas.
De esta manera, los lectores y estudiosos podrán acceder a
un vital y casi desconocido material de quien para muchos es el mayor autor
boliviano de la historia; no por nada fue elogiado entusiastamente por Borges,
no por nada es uno de los escritores con Obra
escogida dentro de la recientemente lanzada Biblioteca del Bicentenario de
Bolivia.
Rodolfo el descreído
David Villazón
La Mariposa Mundial
La editorial La Mariposa Mundial publicará la reedición de
la novela Rodolfo el descreído de
David Villazón, se trata de una obra “vanguardista” de la época de la Guerra
del Chaco.
Según un breve adelanto de los editores “es una narrativa
absolutamente sorprende para la época; existe mucho humor ironía y un manejo
del lenguaje especial, lo que se traduce en una ruptura de formas
tradicionales, introducción de diálogos, dibujos, fotos, etc.”.
“Es un texto que enriquecerá y complejizará la perspectiva
que se tiene sobre la narrativa de la Guerra del Chaco, al establecer conexiones
con la escritura de Hilda Mundy y Arturo Borda, autores que también ha
publicado La Mariposa Mundial”.
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