sábado, 17 de enero de 2015

Ensayo

Ignacio Prudencio Bustillo y el
Romanticismo en Bolivia

Reseña de Páginas dispersas, un libro recientemente reeditado que encierra valiosas pistas sobre autores, escuelas y estilos en la literatura boliviana de fines del siglo XIX e inicios del siglo XX.



Virginia Ayllón / Escritora

En mis pesquisas y reflexiones sobre el posible Romanticismo de Adela Zamudio aseguré que el Romanticismo en Bolivia es aún una hipótesis que varios estudiosos tratan de comprobar. Pero indiqué, asimismo, que tres textos eran centrales para esta tarea: los Estudios de literatura boliviana de Gabriel René Moreno (1955), la Literatura boliviana: breve reseña, de Santiago Vaca Guzmán (1883) y algunos de los  Ensayos críticos (1938) de Carlos Medinaceli.
Pero estaba equivocada, lo que me complace en sumo grado. Más que equivocada, tal lista estaba incompleta, faltaba el nombre y la obra de crítica literaria de Ignacio Prudencio Bustillo.
El año pasado el Archivo y Biblioteca Nacionales de Bolivia publicó la segunda edición de Páginas dispersas (1ª ed. 1946) de este autor chuquisaqueño, con una introducción de Luis H. Antezana, el mismo que permite un acercamiento integral a las facetas jurídica, filosófica y literaria de Prudencio Bustillo. Además incluye una completa bio- bibliografía de Prudencio Bustillo, de Ana Lorena Martínez.
Específicamente sobre la literatura, bajo el subtítulo “Estudios críticos- literatura nacional” se reúnen 12 estudios, a saber: El movimiento romántico, Literatura boliviana, José Manuel Cortés, Manuel José Tovar, Néstor Galindo, Adolfo Costa, Al margen de la conferencia del señor Ricardo Jaimes Freyre, Los documentos de Gabriel René Moreno, Daniel Calvo, Letras bolivianas, Libros y autores nacionales, y La obra cultural de Eduardo Berdecio.
Pero también en el apartado “Notas bibliográficas” se incluyen acercamientos a la vida y obra de dos escritores: Claudio Peñaranda y Manuel Céspedes. Además, en el apartado “Ensayos” se encuentra su interesante trabajo “El esnobismo intelectual en Bolivia”, en el que Prudencio Bustillo reflexiona sobre el desarrollo del Modernismo en Bolivia.
Su estudio “El movimiento romántico” reseña el origen del Romanticismo en la literatura boliviana y su valor radica en dos formulaciones. La primera, y muy importante, es la didáctica relación de las modificaciones que sufrió este movimiento en América y algunas especificidades en Bolivia.
La segunda es la determinación de los escritores románticos. Para Prudencio Bustillo, ni José M. Calvimontes, ni José Manuel Loza ni Mariano Salas fueron poetas románticos. En cambio sí lo fueron Ricardo Bustamante, Manuel José Cortes y Mariano Ramallo. Más aún, Ignacio Prudencio Bustillo considera que las figuras descollantes de este movimiento fueron Néstor Galindo, Manuel José Tovar, Daniel Calvo, María Josefa Mujía, Félix Reyes Ortiz, Benjamín Lenz y Luis Zalles.
Y precisamente a tres de estas “figuras descollantes” del Romanticismo, el autor destina estudios particulares: Manuel José Tovar, Néstor Galindo y Daniel Calvo.
El tono de estos estudios es muy equilibrado; esto es, Prudencio Bustillo no ahorra la rudeza, siempre justificada, como tampoco la valoración positiva, a la vez siempre justificada. Tal sucede en este párrafo sobre La Creación de Tovar:
“En 1863 publicó La Creación, poema lírico descriptivo. Como de costumbre más se ocupó de la prosa extranjera que de la nacional. El poema, bastante largo, no sobresale ni por la belleza de la forma, ni por la profundidad del pensamiento. Acusa, sí, fervor religioso, casi místico, y admiración extática por lo creado”.
En el caso del estudio sobre Néstor Galindo, Prudencio Bustillo prefiere el acercamiento biográfico porque “La vida de Galindo es más rica, más variada que su poesía. Sus nervios han vibrado con más intensidad que las cuerdas un tanto flojas de su lira. Por eso conviene observar al poeta a través del hombre”.
La opción de Ignacio Prudencio Bustillo es interesante y se inscribe en la eterna discusión sobre la relación entre la vida y la obra. Con todo, y fiel a su lealtad con la obra, Prudencio Bustillo explica el por qué es floja la lira de Galindo:
“No fue Galindo un gran poeta. Falsearon su estro y su inspiración, cierta manía quejumbrosa de mal gusto y un lamentable desconocimiento de las leyes del verso y la armonía. Sólo en algunos trozos se nos revela como un poeta de alma melancólica y soñadora a la vez que ardientemente altiva”.
Es hermoso el estudio de la vida y obra de Daniel Calvo, porque a propósito de biografiar al poeta, establece una especie de bitácora de su poética.
“Leyó apasionadamente e incansablemente a Hugo, Lamartine, Musset y Byron, sus autores predilectos. Los tradujo, los imitó, desarrolló algunas de sus ideas, penetró el sentido del romanticismo… Poco a poco se fue asimilando a ellos y perdió la originalidad de su primeros ensayos (…) Sin embargo, recobra su personalidad en la poesía Al divisar el Chorolque, descriptiva, casi grandiosa, y aquella otra, exquisitamente sobria, que se titula Dos de noviembre”.
Por otra parte, sus tres estudios “Literatura boliviana”, “Letras bolivianas” y “Libros y autores nacionales”, en conjunto, son una aproximación a la historia de la literatura boliviana (verso y prosa) hasta 1928, incluyendo los círculos literarios y las publicaciones.
Y, como respondiendo a la hipótesis del Romanticismo en Bolivia, en su “Letras bolivianas”, Prudencio Bustillo establece una metodología de acercamiento a esta corriente en la poesía boliviana. Dice él que cronológicamente hay que ubicarlo entre 1830 y 1880 y que “un estudio completo de la poesía romántica debería comprender” la obra de José Manuel Cortés, Ricardo J. Bustamante, María Josefa Mujía (‘Hay en su canto ansias de aniquilamiento, como si nunca hubiese querido otra cosa que morir como mueren los bienaventurados’), Jorge Zalles, Mariano Ramallo, Manuel José Tovar, Quintín Quevedo, Benjamín Blanco, Monseñor Granado, Félix Reyes Ortiz, Jorge Delgadillo, Daniel Calvo (‘…Calvo, sobre todo…’)”.
Hay que decir igualmente que “Los documentos de Gabriel René Moreno” es un texto que funciona como fuente primaria de la elección de autores que realizó el bibliógrafo cruceño para su Estudios de literatura boliviana, libro que, como dije antes, es igualmente fundamental en el estudio del Romanticismo en Bolivia.

Como se advierte, los estudios crítico literarios de Ignacio Prudencio Bustillo son esenciales para el análisis del Romanticismo en Bolivia, y más allá, para la historia de la literatura boliviana. 

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