Tres (recomendables) lecturas recientes
De poco más de media docena de libros de autores extranjeros que cayeron en nuestras manos este 2016, no pudimos resistir estos párrafos –invitaciones a leer- sobre tres “librazos”.
Martín Zelaya Sánchez
Señales que
precederán el fin del mundo
Yuri Herrera
Makina cruza la frontera México-EEUU (“la” frontera, por
excelencia) en una llanta y se salva de morir baleada. Lleva un encargo de
Cora, su madre, para su hermano. Pasa las de Caín y no solo no logra que su
hermano regrese, sino que ella misma se enfrenta, lejos de casa, al fin. Frontera
vida-muerte, punto límite-culminante de la civilización.
Así, sencilla y brevemente puede resumirse esta novela del
mexicano Yuri Herrera (Periférica, 2010) pero lo que vale es lo que viene de la
mano de la historia, lo que va más allá, los trasfondos, interlíneas, los
supuestos.
Una faceta del México de hoy (una de las más cruciales:
migración, inseguridad, violencia, despersonalización…) vista, descrita,
interpretada y desmenuzada desde adentro. Un México y unos mexicanos tan
naturales y cotidianos como surreales e inverosímiles. El país pobre, ignorante
encapsulado en la marginalidad (el otro, el privilegiado, no llega a la frontera);
la jerga, la muletilla y la viveza criolla.
Pero por otro lado -yendo ya a la intención del autor- un
relato de búsqueda y espera, de incertidumbre; de viaje y aventura, de
incursión y anhelo. Un relato, por lo tanto, de decepciones.
Si la crisis de identidad campea en las personas y
sociedades actuales de todo el mundo, ¿cómo será el desarraigo del mayor
mestizaje-alienación-aculturación posible, el de los pueblos del norte de
México? ¿Todos los sacrificios inimaginables por el american dream de la chingada? Y si no, ¿qué se acabe nomás el
mundo?
Titanes del coco
Fabián Casas
Las vivencias de Andrés que cuenta cómo, a poco de entrar a
la redacción de un periódico como reportero junior, y cuando apenas empieza a
hacer rutina y amigos, uno de los jefes lo elige para trabajar en un proyecto
secreto: formar parte de un equipo que diseñará un nuevo suplemento. Esta puede
ser la contraportada del libro, pues de esto se trata y de ahí se desprende
esta novela (Emecé, 2015) del narrador, poeta y ensayista argentino Fabián
Casas.
El universo de las redacciones de periódicos, al parecer
casi idéntico en todas partes (al menos en América Latina); el no ser escritor
pero vivir escribiendo; el no ser policía pero vivir investigando y siguiendo
pistas; el no ser político pero hacer política y vivir pendiente de ella: una
radiografía amena y con conocimiento de causa del “oficio total”.
Prosa ligera y natural, y una primera persona que se
abandona-funde-confunde a medida que avanzan los capítulos -que bien pueden leerse
también como cuentos sueltos- con la de un narrador, aunque omnisciente, humano
y casi casi integrado.
Andrés narra sus propias vivencias: su tema periodístico estrella
(un viejo crimen sin resolver en una escuela porteña), su emparejamiento y
separación con Blanca Luz, su incursión en el peligroso triping, y su
relaciones individuales y casi colectivas con casi cada miembro de la
redacción.
El narrador da voz directa e indirecta -y a veces se las
cede- a algunos de los coprotagonistas: la Giganta, la Porota, el Sereno,
Pachuli… y se traza de esta manera una sutil pero certera pincelada a la
sociedad argentina de los 90 y 2000 y, muy en particular, al universo
fascinante-odioso de la prensa escrita, justo en su momento de transición de la
época dorada, a la crisis y decadencia actual que, por lo visto, es un mal
generalizado en la región.
Casas no derrocha estilo poético o inmaculado, pero logra un
ritmo escalofriante que no solo obliga a leer de un tirón, sino que garantiza
disfrute.
Para Isabel
Antonio Tabucchi
Tadeus busca a Isabel por toda Lisboa, Portugal y hasta la
China. Entrevista a parientes, amigos y conocidos; Mónica, Bi, Tecs, tió Tom,
Tiago, un oscuro cura, y finalmente, dos seres entre reales y oníricos: un
poeta fantasmal y Xavier, un budista recién converso.
Todo ocurre en los 90, unos 30 años después de que Isabel
fue vista por última vez, en tiempos en que era una activa militante de la
resistencia contra Salazar.
¿Se suicidó Inés o esa fue solo una estrategia política? ¿La
desaparecieron? ¿Existió alguna vez?
Este bello libro póstumo (Anagrama, 2014) que puede o no ser
novela o nouvelle, que puede o no ser
policial, que puede o no ser uno de los mejores libros del genial italiano
tiene, como casi todas sus obras tres puntos posibles de abordaje: la trama
como tal; la notable estructuración-ambientación que, a manera de crónica, traza
el narrador y/o protagonista; y la minuciosa construcción de todos los
personajes, así intervengan de principio a fin, o solo en unos pocos párrafos.
Relato de búsqueda desesperada, obsesiva, interminable. De
esas búsquedas que van más allá de todo, incluso de la posibilidad de
recompensa, de hallazgo. Búsqueda por el placer de hacerlo; búsqueda-razón de
vida; buscar para no morir. Breves pero enormes 156 páginas.
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