La última Navidad de Julius en Baires
El realizador tarijeño Edmundo Bejarano habla de La última Navidad de Julius, su documental que en estos días se exhibe en Argentina.
María
José Ferrel
“Julius
es un protagonista fantástico, yo quería mostrar su experiencia cotidiana con
la poesía y su valentía que persiste a pesar de que las condiciones no estén a
su favor. Y, además de todo esto, el amor que profesa por Amy Winehouse”, explica
Edmundo Bejarano desde la lejana, Addis Abeba, en Etiopía.
Se
refiere, claro, a su documental La última
Navidad de Julius que se exhibió el año pasado en Bolivia en una mini gira
organizada por Bejarano junto a Fernando Barrientos, director de la Editorial
El Cuervo y editor de Julio Barriga, quienes aprovecharon la presentación de El hombre que amaba a Amy Winehouse,
libro de prosas autobiográficas del poeta, para difundir el materia
audiovisual.
“Para
nosotros fue muy lindo sentir cómo nos trataba la gente y darnos cuenta del
interés que despertó Julius. Este año tenemos algunas invitaciones de
festivales de cine en Argentina, Bolivia y Perú”, agrega el videasta cuyo
trabajo es parte de la competencia oficial latinoamericana del Buenos Aires
Festival de Cine Independiente (BAFICI, 2016).
Todo
cineasta y amante del audiovisual sabe que el evento porteño es la plataforma
más importante de cine independiente latinoamericano, y Bejarano no oculta su
satisfacción. “Estoy feliz y con ganas de volver a ver a Cucu (Washington
Cucurto), a Fabián (Casas) y a los chicos maravillosos de La Plata: Santiago
Motorizado, de El mató a un policía motorizado; El gato, de 107 Faunos; Juan Rux,
de Festín mutante; y Shaman y Los pilares de la creación”, comenta, en
relación, primero a sus dos amigos escritores, y luego a los músicos incluidos en la banda sonora de este
documental y de otros de sus trabajos. “Ellos me inspiran y me impulsan en la
creación”.
La última Navidad de Julius forma parte de
una trilogía que Bejarano filmó sobre poetas. La primera película es Atolondrado, la historia del viaje de un
muchacho humilde cuyo destino era ser repositor de supermercado, hasta que le
prestaron un libro de poesía. “Cuenta la vida de Washington Cucurto, un autor
prolífico y fundador de la editorial Eloísa cartonera. Intentamos mostrar desde
su Quilmes natal hasta su paso por el Palacio Real de Ámsterdam”, indica.
El
segundo filme de la saga retrata a Fabián Casas, “un poeta lúcido de Buenos
Aires que ha construido un mundo narrativo extraordinario”. Los lemmings contraatacan, cuenta el
viaje de ese escritor por Europa, “trepando a los techos de Berlín, atravesando
la feria del libro más grande del mundo junto a Cucurto, Chicho López, Viggo
Mortenssen… mezclando la literatura con la vida”.
Pese
a que su difusión no fue masiva, La última
Navidad de Julius logró buenos comentarios, como el de Claudio Sánchez de
la revista Cinemas Cine, quien destacó “la habilidad de permitirnos descubrir a
un personaje tan particular que merece una atención especial por cómo va
armando su propio relato en algo que parece ser más una ficción que la vida
real”.
Por
su parte, el crítico argentino Agustín Masaedo recomendó el documental
boliviano como una de las “diez rarezas” de la edición de este año del BAFICI.
Masaedo
señala que “el trotamundos” Bejarano después de
retratar a los poetas Cucurto y Casas, “tuvo que volver a su terruño para
encontrar un bardo a la altura de su punkitud”.
“Pisando los 60, Julio Barriga es el Iggy Pop bigotón de
Tarija. En ese escenario de calles polvorientas y patios vacíos, escribe cartas
urgentes a sí mismo y practica el ejercicio de la soledad que heredó del
fallecido gran poeta Roberto Echazú, su héroe del silencio”.
Desde
hace algún tiempo, Bejarano vive en Addis Abeba donde prepara una película
sobre “la preparación del viaje de un héroe imaginado”. Siempre fiel a su
estilo, búsquedas e intereses, claro está. (ANF)
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