Primero leo, luego escribo
Un adelanto de las III Jornadas de Literatura Boliviana que se efectuarán durante el primer fin de semana de la Feria Internacional del Libro de La Paz.
Martín Zelaya Sánchez
Escribe Jorge Carrión en las últimas páginas de su sugestivo
ensayo Librerías (Anagrama, 2013):
“el lento tránsito entre la lectura en papel y la lectura digital actualiza
debates periódicos (…). Ahora nos preguntamos si la pantalla y su emanación de
luz son más perjudiciales para la vista que la tinta electrónica, que no nos
permite leer a oscuras”.
Aprender de los protagonistas de las letras bolivianas
contemporáneas. Aprehenderlos, aprovecharlos, disfrutarlos pero, sobre todo,
leerlos. Esa es la idea al pedirles que compartan algo esencial para cualquier
hombre o mujer de letras: su bitácora privada de lecturas: su canon de autores
y libros, pero, ante todo, sus secretos, experiencias y vivencias en el
fascinante universo de la lectura.
Conocer a nuestros escritores -decíamos- sus inquietudes,
estímulos, intereses y obsesiones. Acercarnos, así, a su obra, a su impronta y
creatividad. Verlos, entrar en contacto personal, y mirar, asumir así, a
profundidad y con mejores herramientas, su literatura. Estos son los impulsos y
objetivos, a la vez, de las Jornadas de Literatura Boliviana, en general y,
claro, en específico de la tercera versión que se llevará a cabo entre el 9 y
el 11 de septiembre en el marco de la XXI Feria Internacional del Libro de La
Paz.
“Primero leo luego escribo. Las lecturas en la formación y
vocación”, es el tema elegido en esta ocasión para las tres mesas de exposición
en las que 12 invitados -autores y literatos bolivianos- leerán sus ponencias.
Va esta temática, esperamos, acorde a la tendencia propuesta
en las dos interesantes experiencias pasadas: “Búsquedas y presagios. Narrativa
boliviana en el siglo XXI”, en 2014 y “Oficio y género. El escritor frente a su
obra y en el contexto nacional”, en 2015, cuando se analizó el rumbo temático y
estilístico de la narrativa boliviana actual, en el primer caso, y el leit motiv de la vocación poética,
novelística y cuentística de los invitados, en el segundo.
Como en aquellas dos ocasiones, esta tercera se realiza
también gracias al apoyo de la Cámara Departamental del Libro de La Paz y de la
editorial 3600. Y este año la Alcaldía paceña suma también su granito de arena.
Compartir las lecturas en la formación y vocación de
escritor, literato, crítico. Identificar a los autores y/o libros
fundamentales, de referencia, y a modo de reseñarlos y analizarlos enfatizar en
la influencia, trascendencia e interrelación con la obra propia (o, dado el
caso, con la vocación por la academia, la crítica literaria, etc.).
Este fue el punto de partida desde el que los expositores
prepararon sus ponencias que serán leídas entre el viernes y domingo de la
primera semana de feria, y, claro, publicadas por 3600 en un libro memoria, una
costumbre ya de las Jornadas.
¿Es recomendable leer durante el proceso de creación, o hay
riesgo de “contaminación”? ¿Cuán necesario es el “parricidio”: desligarse por completo
de los grandes referentes, de las lecturas de formación, para hallar una voz
propia? Lecturas iniciáticas Vs. lecturas actuales: constancia y/o evolución en
autores de cabecera. Hábitos, costumbres, vicios de lectura: releer más que ir
por novedades, o más bien tener una deuda con clásicos. ¿Lector de papel?
¿Lector de pantalla? ¿O ambos? (para seguir el planteamiento de Carrión que
abre esta nota). Estos son algunos de los tópicos planteados para esta aventura
que este año tiene como invitados a académicos y periodistas que escriben
ficción, en la primera mesa; poetas, en la segunda, y narradores en la tercera:
Oswaldo Calatayud (Premio Nacional de Novela, 2016), Lourdes
Reynaga, Carmen Beatriz Ruiz y Gabriel Salinas. Vadik Barrón (Premio Nacional de
Poesía); Jessica Freudenthal, Paura Rodríguez y Cecilia de Marchi. Rodrigo
Urquiola, Saúl Montaño, Claudia Peña e
Iván Gutiérrez expondrán sus experiencias de lectura -¿qué tema más crucial
puede haber entre las diferentes categorías y variables de la literatura?-. Para
muestra y antojo, copiamos unos pocos párrafos de adelanto, de tres ponencias
de las III Jornadas de Literatura Boliviana.
Vadik Barrón
“Llamémoslo dialéctica, tao o ayni. Siento que la escritura
es una devolución, un juego de reciprocidad, un flujo continuo de dar y
recibir, y una proyección de las lecturas, ante las cuales quien escribe funge
a veces como mero espejo opaco y otras como prisma iridiscente. Yo distinguiría
dos aspectos de la escritura, que pueden también tomarse como fases o momentos
cronológicos: la catarsis y la (re)creación”.
Claudia Peña
“Escapar, expandirse, corromperse, amar, resistir. Tal vez
antes de todo eso, y también después, leer es escribir, no como quien se dice,
sino como quien deja decir, como quien se entrega, en medio de la vida, a la
intensidad del tiempo que le toca, porque solamente copia quien permanece
estático, quien deja de tener algo para decir. Solamente quien vive más,
escribe mejor”.
Carmen Beatriz Ruiz
“No creo que haya una correlación de precedencia entre leer
y escribir. Son dos momentos distintos, dos gestiones diferentes de la atención
y de la comunicación. Pueden o no alimentarse mutuamente, pero las y los
lectores empedernidos no son o no se convierten, necesariamente, en escritores”.
Iván Gutiérrez
“Concibo la escritura como una entrega absoluta de la vida,
escribir es un sacrificio de amor, pero aún más trascedente es leer, porque nos
recuerda quiénes somos, fuimos, quisimos y nunca seremos”.
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