sábado, 10 de octubre de 2015

De arte y artistas

Metaficción y Una vida ilustrada


Sobre la nueva propuesta artística de Alejandra Delgado que puede apreciarse en el ArtEspacioCAF de La Paz hasta el viernes 30 de octubre, y sobre un libro de arte de Valia Carvalho.

  
Pedro Querejazu Leytón

Alejandra Delgado
Metaficción, la nueva exposición de Alejandra Delgado es, como en ocasiones precedentes, un conjunto de muchas cosas: imágenes (fotografías), pinturas, objetos apropiados y refuncionalizados (adoquines de granito), o elaborados con papeles impresos referidos a las rutas prehispánicas o memorándums de guerra durante el conflicto del Chaco, embebidos en cera.
La propuesta habla de un relato superpuesto sobre otro preliminar y más antiguo. Presenta así un escenario de caos, de descuido y dejadez que tanto impide leer la narración original como la sobrepuesta, con lo que resulta en una lectura e interpretaciones híbridas.
La muestra, con base en una revisión del pasado, propone la constatación de una precaria situación social actual cuyo futuro es ominoso. Propone desarmar y reconstruir la memoria de manera constante en la que los términos, las imágenes e ideologías pueden usarse de múltiples maneras con resultados insospechados. Escoger lo que nos importa hoy de nuestra historia, e invita a seguir de manera aleatoria para que cada quien produzca y valide su propia memoria, identidad y proyecto de orden.
La palabra “meta”, de origen griego,[1] se usa siempre como un componente de otra a la que califica. En este caso metaficción significa “junto a”, “después de”, “entre” o “con” la ficción.
Entre los referentes icnográficos en las imágenes están la Puerta del Sol, anverso y reverso superpuestos; el monolito llamado Benett, las cabezas-clava del templete semisubterraneo de Tiwanaku. Son como el sustrato histórico primigenio y fundacional. Están, además, las referencias documentales de mapas y rutas prehispánicas así como planos de las acciones del Chaco, y memorándums emitidos por el ejército durante el conflicto, con una pintura basada en fotografía del “Ford, Modelo boliviano” en el emblemático fortín Boquerón. Piedras cortadas, los granitos de Comanche, tan eternos en sí mismos que han sido por décadas símbolo de la estabilidad urbana de La Paz, retirados o tapados por el asfalto en un proceso de modernización y autonegación.
Por lo expuesto, tanto por el significado etimológico como por el procedimiento de trabajo y presentación de los recursos y argumentos, Metaficción es como una continuación de la muestra Baja fidelidad, presentada en agosto de 2014 en Nube Gallery, en Santa Cruz.[2]
Dado que Alejandra vive desde hace varios años en Lima, es gratificante poder apreciar una muestra de su obra reciente, caracterizada por la calidad y consistencia con que maneja y desarrolla su creación y la plasma en propuestas para el público.

Valia Carvalho 

Una vida ilustrada, es el título de un libro recién publicado por Manzana 1, Espacio de Arte, como parte de la conmemoración de diez años de actividades.
Hace una década, tres artistas convencieron a las autoridades de Santa Cruz para que cedieran parte de unos ambientes ubicados en la llamada “Manzana uno” de la ciudad. Su propuesta fue instalar allí un Espacio de Arte. Los autores de la iniciativa fueron Valia Carvalho, Ejti Stih y Juan Bustillos. Tuvieron éxito en su empeño y llamaron Manzana 1 al espacio de arte. La feliz iniciativa ha cumplido ya diez años de trabajo en pro del arte en Santa Cruz y se ha convertido en un referente del quehacer artístico y cultural de la ciudad.
Valia fue, durante la década de 1990 y la primera del actual siglo, una de las artistas más creativas y propositivas del país. Hace siete años ella se instaló en Berlín, Alemania. Se fue porque había llevado su arte hasta el límite y porque fue muy cuestionada, y porque ella misma cuestionó su obra y su papel de artista en un país como Bolivia y una ciudad como Santa Cruz.
En Berlín experimentó el alivio de ser nadie para nadie y no tener que dar cuentas a nadie por nada; pero, en contraposición e inevitablemente, sufrió el aislamiento, la soledad y la incomunicación. Tuvo que aprender el idioma y tuvo que conseguirse un trabajo. Con el tiempo se especializó en gestión cultural y ahora trabaja en eso.
Allí en Alemania, como artista conceptual, elucubró constantemente sobre el sentido de la vida, el ser mujer, ser artista, los roles de pareja, etc. Por eso abrió una página electrónica y un blog donde escribía sus experiencias cotidianas (http://inkandspices.blogspot.com/ y: http://valiacarvalho.com/).
Muy buena dibujante desde antes, volvió a dibujar sin pretensiones de crear arte, y se obligó a representar con tinta y papel su mundo circundante, su habitación, su casa, la calle, el barrio, la gente transeúnte, ella. Dibujos de línea escuetamente descriptivos. Les fue añadiendo frases y los puso en el blog junto a sus escritos.
El libro es pequeño, de formato vertical cerrado de 21 x 13,8 cm., y el tiraje es de 500 ejemplares. Tiene 48 páginas impresas a una tinta. Se ha logrado con la colaboración del Grupo Editorial La Hoguera y la Universidad Tecnológica Privada, de Santa Cruz.
Ejti Stih y Juan Bustillos han publicado este libro que contiene una selección mínima de los dibujos y pensamientos de Valia, como homenaje a la artista y conmemorando su colaboración en el proyecto Manzana 1.
El contenido empieza con un texto de presentación de Stih y un ensayo de Carvalho que explica la esencia de su obra; le siguen 45 dibujos hechos por la artista reunidos por temas: “Gente”, “Fermín”, “Meteorologías”, “Él y ella”, “Melancolías” y “Una vida ilustrada”. Al final, en cuatro páginas, están los dibujos en miniatura con los textos en inglés.
Los dibujos, dentro de su simpleza y austeridad son claros, precisos, descriptivos y analíticos, plenamente contemporáneos en su manera y su esencia. Algunos están acompañados por palabras y frases que tienen la calidad y cualidad de haikus. La relación entre dibujo y texto es simbiótica; el resultado es intenso y profundamente testimonial; es como un alarido de autoafirmación de estar viva. Los textos de Valia empalman con la tradición de poetas y escritores de los benianos Carvalho: Toñito, Ruber y Homero.
Es un libro que vale la pena ver, leer y tener. Es casi una obra para meditaciones.




[1]  http://lema.rae.es/drae/?val=meta. meta-. (Del gr. μετα-). 1. elem. compos. Significa “junto a”, “después de”, “entre” o “con”. Metacentro, metaficción.

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