sábado, 24 de octubre de 2015

Cafetín con gramófono

El Zorro Antonio

Reelaboración y reducción del texto presentado como editorial del N° 11 de El Zorro Antonio en el que participaron Ana Rebeca Prada, Mónica Velásquez, Virginia Ruiz y Omar Rocha Velasco como responsables.



Omar Rocha Velasco 

Esta es la revisa de la carrera de literatura de la UMSA, la única del país. La primera época de El Zorro Antonio tuvo tres periodos. El primero (1984, en formato de periódico. El segundo (1986, 1987, 1988, 1989) de los números tres a seis, en formato más pequeño de revista. Y el tercero (1991, 1993, 1994) de los números siete a diez, a cargo de Iván Vargas. Los números 11 y 12 (2014, 2015) pertenecen a una segunda época.
El Zorro Antonio nació en abril de 1984 en formato de periódico. El primer número ofrece en el índice cuentos, literatura oral, textos de nuestra América, poemas e historieta. Los responsables y colaboradores fueron: Katrina Antezana, Fernando Barral, Corina Barrero, Gino Biamon, Francisco Cajías, Fernando Gómez, Gilmar Gonzales, Elizabeth Johannessen, Marco Miranda, Marcía Mogro, Paz Padilla, Luis Rojas, Virginia Ruiz, Valentín Torres y Roberto Valdivia. Los dibujos, fotografía e historietas están a cargo de Carlos Adriázola, Néstor Agramont, Francisco Cajías, Angelino Jaimes, Marcos Loayza, Marco Miranda y Armando Urioste. El director de la revista era el Zorro Antonio.
El texto inicial plantea: “Un afán casi urgente nos ha reunido en torno al periódico: pretender dar paso a una manifestación latente en nuestro medio: la cultura no editada, los quehaceres artísticos de sectores mayoritarios pero alejados de antemano”. Se trata claramente de valorar la tradición oral y la cultura popular. El segundo número sigue las mismas pautas de trabajo y a los anteriores nombres se agregan Dulfredo Castro, Alfonso Murillo, Raúl Paredes, Carlos Mendizábal e Iván Vargas, además de los artistas Alejandro Salazar y Germán Gaymer.
El tercer número inaugura una segunda época, se cambia el formato (que conserva hasta ahora), mantiene el papel periódico. Los directores fueron: Wilma Torrico y Jaime Iturri. El Zorro se convierte en una revista y plantea una visión más tradicional de la literatura, aparece una entrevista a Mario Benedetti realizada por M. E. Gigio de Argentina; una entrevista a Gonzalo Otero Gamarra realizada por Jitka Silva de la carrera de literatura; un escrito de Cortázar; la reproducción de una nota de Jesús Urzagasti en Presencia por la muerte de Jaime Saenz; un ensayo de A. R. Prada sobre la poesía de Juan Carlos Quiroga; un cuento de Paz Padilla y otro de Orlando Aguilar; poemas de Teodoro Mamani y Juan Carlos Quiroga.
El cuarto número, de agosto de 1987, arma -a partir del trabajo de un nuevo comité editorial: Jaime Iturri, Gilmar Gonzales, Dulfredo Castro, Juan Carlos Quiroga, Luis Hurtado y A. R. Prada-, un homenaje a Jaime Saenz, responsable del Taller de Creatividad en la Carrera durante algunos años.
Los homenajes se convertirán en material central en éste y algunos de los siguientes números. En éste a Saenz participan: Juan Quinteros, Juan Carlos Quiroga e Iván Vargas. Encontramos además una entrevista realizada por el Zorro a Luis H. Antezana; ensayos sobre Edmundo Camargo (de Mauricio Souza), sobre Borges (de Marco Miranda y Jaime Iturri), y sobre el texto de la canción (del poeta y músico Juan Carlos Orihuela). Además encontramos cuentos de Renato Prada y de Alfonso Murillo; y poemas de Roberto Echazú, Leonardo García Pabón, Julio de la Vega, Dulfredo Castro y Amparo Canedo. Las fotos están a cargo, entre otros, de Francisco Cajías, y los dibujos de Teresa Mesa y Marcos Loayza. Esta misma perspectiva continúa hasta el número 6 con nombres (todos relacionados con la carrera de literatura) que van y vienen.
Luego de un importante salto en el tiempo, a enero-marzo de 1991, aparece el séptimo número de la revista. Ha cambiado el concepto, el logo, el diseño y el papel interior. Se integra publicidad, dejando atrás el enfoque exclusivo en la letra y la crítica, convirtiéndola en la revista de la Facultad de Humanidades.
Se trata más de una revista de letras y artes de amplio espectro; son responsables de ella Iván Vargas y Martín García. Declaran ellos en el editorial: “un nuevo afán de cambio”. Aseguran que la revista aparecerá cada tres meses (logrando regularidad antes no alcanzada), lo que explica la inclusión de publicidad. Hablan, en este sentido, de un paso importante “en la búsqueda de constituir ese espacio literario de diálogo creativo y crítico que en otros momentos habían cumplido satisfactoriamente revistas como Kollasuyo o Hipótesis”.
El número 8, de abril-junio de 1991, cuyo director es ahora, y lo será por los siguientes números, sólo Iván Vargas (teniendo esta vez un único responsable estudiantil: Hugo Rodas), tiene como tema central “La obra de Guillermo Francovich”. Aparte de encontrar un escrito del propio Francovich, escriben sobre el filósofo boliviano José Roberto Arze y H. C. F. Mansilla.
Además de este material, encontramos  poesía de Julio Barriga (poeta contemporáneo) y de Ángel Casto Valda (poeta del siglo XIX) presentada por Juan Carlos Quiroga; un ensayo sobre el grafiti: “En la calle se dice que…” extensamente ilustrado, escrito por Cecilia Córdova, Pablo Groux y Hugo Rodas; un escrito de David Morín, artista plástico, con varias ilustraciones; cuentos de Virginia Ruiz y Adolfo Cárdenas; ensayos sobre literatura oral y culturas nacionales de Pilar Martínez, sobre el taquirari oriental de Hugo Rodas, sobre Otra vez marzo de Quiroga Santa Cruz y sobre La luz del regreso de Eduardo Mitre, ambos de Iván Vargas, sobre Huracán de Paz Padilla de Gilmar Gonzales.
En julio de 1993 aparece el número 9 de la revista, el director fue Iván Vargas y como estudiantes responsables: Hugo Rodas, Karmen Saavedra y Ramiro Huanca. La editorial establece que “un examen del teatro nacional, en un momento de especial fertilidad de representaciones, es lo que hemos propuesto en esta nueva entrega de la revista”.
Este material especial sobre teatro está constituido por diálogos con Guido Arze (y un fragmento dramático suyo) de Pequeño Teatro, Noel Meruvia, Arturo Archondo, René Hohenstein y Virginia Yaksic, además de un ensayo sobre el teatro del siglo XIX de Iván Vargas.
El número 10, último de este primer El Zorro Antonio, aparece en junio de 1994. Los estudiantes que esta vez trabajan con I. Vargas son Adriana Bravo, Wálter Chávez, Ramiro Huanca, Fernando Llanos, Carmen Molina, Víctor Hugo Quintanilla y Ludwig Valverde. Esta vez, la editorial anuncia una sección especial sobre cine y literatura. Es interesante la visión de “crisis espiritual en la que está sumergida la cultura en general” que declara el director, y que estaría articulada con una televisión con múltiples canales, “el entretenimiento por computadora, la realidad virtual”. Añade: “La reflexión sobre el cine […] se convierte en una bagatela romántica”, posible en todo caso, en medio de “explosión de la cultura de la imagen”.
Hay en la sección especial una entrevista a Pedro Susz, un ensayo de Wálter Chávez y la reproducción de un estudio del español Jorge Urrutia. Encontramos, además, en este número, poemas de Juan Carlos Orihuela y de Paul Celan (traducidos éstos por Blanca Wiethüchter y Maren Urioste); un cuento de Elvis Vargas; una entrevista a Rolena Adorno; imágenes de la obra artística de Raúl Loza; ensayos sobre Darío de A. R. Prada y sobre Puig de Rosario Rodríguez; y reseñas sobre García Márquez de Isabel Bastos y sobre Raúl Teixidó (sin autor).

Con cabalística exactitud, tres décadas después del nacimiento, aparece en 2014, el número 11 de El Zorro Antonio, se retoma el formato revista, pero se inauguran nuevas secciones: Rescate, Vigilia de otras Artes, Por mano propia, Tráfico de Citas, Traducción, Entrevista, Notas y reseñas. En el número 11 el dossier está dedicado a Jesús Urzagasti y en el número 12, publicado en octubre de 2015, el dossier está dedicado a Rubén Vargas.

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