El Zorro Antonio
Reelaboración y reducción del texto presentado como editorial del N° 11 de El Zorro Antonio en el que participaron Ana Rebeca Prada, Mónica Velásquez, Virginia Ruiz y Omar Rocha Velasco como responsables.
Omar Rocha Velasco
Esta es la revisa de la carrera de literatura de la
UMSA, la única del país. La primera época de El Zorro Antonio tuvo
tres periodos. El primero (1984, en formato de periódico. El segundo (1986,
1987, 1988, 1989) de los números tres a seis, en formato más pequeño de revista.
Y el tercero (1991, 1993, 1994) de los números siete a diez, a cargo de Iván
Vargas. Los números 11 y 12 (2014, 2015) pertenecen a una segunda época.
El Zorro Antonio nació en
abril de 1984 en formato de periódico. El primer número ofrece en el índice
cuentos, literatura oral, textos de nuestra América, poemas e historieta. Los
responsables y colaboradores fueron: Katrina Antezana, Fernando Barral, Corina
Barrero, Gino Biamon, Francisco Cajías, Fernando Gómez, Gilmar Gonzales,
Elizabeth Johannessen, Marco Miranda, Marcía Mogro, Paz Padilla, Luis Rojas,
Virginia Ruiz, Valentín Torres y Roberto Valdivia. Los dibujos, fotografía e
historietas están a cargo de Carlos Adriázola, Néstor Agramont, Francisco
Cajías, Angelino Jaimes, Marcos Loayza, Marco Miranda y Armando Urioste. El
director de la revista era el Zorro Antonio.
El texto inicial plantea: “Un afán casi urgente nos
ha reunido en torno al periódico: pretender dar paso a una manifestación
latente en nuestro medio: la cultura no editada, los quehaceres artísticos de
sectores mayoritarios pero alejados de antemano”. Se trata claramente de
valorar la tradición oral y la cultura popular. El segundo número sigue las
mismas pautas de trabajo y a los anteriores nombres se agregan Dulfredo Castro,
Alfonso Murillo, Raúl Paredes, Carlos Mendizábal e Iván Vargas, además de los
artistas Alejandro Salazar y Germán Gaymer.
El tercer número inaugura una segunda época, se
cambia el formato (que conserva hasta ahora), mantiene el papel periódico. Los
directores fueron: Wilma Torrico y Jaime Iturri. El Zorro se convierte en una revista y plantea una visión más
tradicional de la literatura, aparece una entrevista a Mario Benedetti
realizada por M. E. Gigio de Argentina; una entrevista a Gonzalo Otero Gamarra
realizada por Jitka Silva de la carrera de literatura; un escrito de Cortázar;
la reproducción de una nota de Jesús Urzagasti en Presencia por la muerte de
Jaime Saenz; un ensayo de A. R. Prada sobre la poesía de Juan Carlos Quiroga;
un cuento de Paz Padilla y otro de Orlando Aguilar; poemas de Teodoro Mamani y
Juan Carlos Quiroga.
El cuarto número, de agosto de 1987, arma -a partir
del trabajo de un nuevo comité editorial: Jaime Iturri, Gilmar Gonzales,
Dulfredo Castro, Juan Carlos Quiroga, Luis Hurtado y A. R. Prada-, un homenaje
a Jaime Saenz, responsable del Taller de Creatividad en la Carrera durante
algunos años.
Los homenajes se convertirán en material central en
éste y algunos de los siguientes números. En éste a Saenz participan: Juan
Quinteros, Juan Carlos Quiroga e Iván Vargas. Encontramos además una entrevista
realizada por el Zorro a Luis H. Antezana; ensayos sobre Edmundo Camargo (de
Mauricio Souza), sobre Borges (de Marco Miranda y Jaime Iturri), y sobre el
texto de la canción (del poeta y músico Juan Carlos Orihuela). Además
encontramos cuentos de Renato Prada y de Alfonso Murillo; y poemas de Roberto
Echazú, Leonardo García Pabón, Julio de la Vega, Dulfredo Castro y Amparo
Canedo. Las fotos están a cargo, entre otros, de Francisco Cajías, y los
dibujos de Teresa Mesa y Marcos Loayza. Esta misma perspectiva continúa hasta
el número 6 con nombres (todos relacionados con la carrera de literatura) que
van y vienen.
Luego de un importante salto en el tiempo, a
enero-marzo de 1991, aparece el séptimo número de la revista. Ha cambiado el
concepto, el logo, el diseño y el papel interior. Se integra publicidad,
dejando atrás el enfoque exclusivo en la letra y la crítica, convirtiéndola en
la revista de la Facultad de Humanidades.
Se trata más de una revista de letras y artes de
amplio espectro; son responsables de ella Iván Vargas y Martín García. Declaran
ellos en el editorial: “un nuevo afán de cambio”. Aseguran que la revista
aparecerá cada tres meses (logrando regularidad antes no alcanzada), lo que
explica la inclusión de publicidad. Hablan, en este sentido, de un paso
importante “en la búsqueda de constituir ese espacio literario de diálogo
creativo y crítico que en otros momentos habían cumplido satisfactoriamente
revistas como Kollasuyo o Hipótesis”.
El número 8, de abril-junio de 1991, cuyo director
es ahora, y lo será por los siguientes números, sólo Iván Vargas (teniendo esta
vez un único responsable estudiantil: Hugo Rodas), tiene como tema central “La
obra de Guillermo Francovich”. Aparte de encontrar un escrito del propio
Francovich, escriben sobre el filósofo boliviano José Roberto Arze y H. C. F.
Mansilla.
Además de este material, encontramos poesía de Julio Barriga (poeta contemporáneo)
y de Ángel Casto Valda (poeta del siglo XIX) presentada por Juan Carlos
Quiroga; un ensayo sobre el grafiti: “En la calle se dice que…” extensamente
ilustrado, escrito por Cecilia Córdova, Pablo Groux y Hugo Rodas; un escrito de
David Morín, artista plástico, con varias ilustraciones; cuentos de Virginia
Ruiz y Adolfo Cárdenas; ensayos sobre literatura oral y culturas nacionales de
Pilar Martínez, sobre el taquirari oriental de Hugo Rodas, sobre Otra vez marzo de Quiroga Santa Cruz y
sobre La luz del regreso de Eduardo
Mitre, ambos de Iván Vargas, sobre Huracán
de Paz Padilla de Gilmar Gonzales.
En julio de 1993 aparece el número 9 de la revista, el
director fue Iván Vargas y como estudiantes responsables: Hugo Rodas, Karmen
Saavedra y Ramiro Huanca. La editorial establece que “un examen del teatro
nacional, en un momento de especial fertilidad de representaciones, es lo que
hemos propuesto en esta nueva entrega de la revista”.
Este material especial sobre teatro está constituido
por diálogos con Guido Arze (y un fragmento dramático suyo) de Pequeño Teatro,
Noel Meruvia, Arturo Archondo, René Hohenstein y Virginia Yaksic, además de un
ensayo sobre el teatro del siglo XIX de Iván Vargas.
El número 10, último de este primer El Zorro
Antonio, aparece en junio de 1994. Los estudiantes que esta vez trabajan
con I. Vargas son Adriana Bravo, Wálter Chávez, Ramiro Huanca, Fernando Llanos,
Carmen Molina, Víctor Hugo Quintanilla y Ludwig Valverde. Esta vez, la
editorial anuncia una sección especial sobre cine y literatura. Es interesante
la visión de “crisis espiritual en la que está sumergida la cultura en general”
que declara el director, y que estaría articulada con una televisión con
múltiples canales, “el entretenimiento por computadora, la realidad virtual”.
Añade: “La reflexión sobre el cine […] se convierte en una bagatela romántica”,
posible en todo caso, en medio de “explosión de la cultura de la imagen”.
Hay en la sección especial una entrevista a Pedro
Susz, un ensayo de Wálter Chávez y la reproducción de un estudio del español
Jorge Urrutia. Encontramos, además, en este número, poemas de Juan Carlos
Orihuela y de Paul Celan (traducidos éstos por Blanca Wiethüchter y Maren
Urioste); un cuento de Elvis Vargas; una entrevista a Rolena Adorno; imágenes
de la obra artística de Raúl Loza; ensayos sobre Darío de A. R. Prada y sobre
Puig de Rosario Rodríguez; y reseñas sobre García Márquez de Isabel Bastos y
sobre Raúl Teixidó (sin autor).
Con cabalística exactitud, tres décadas después del
nacimiento, aparece en 2014, el número 11 de El Zorro Antonio, se
retoma el formato revista, pero se inauguran nuevas secciones: Rescate, Vigilia
de otras Artes, Por mano propia, Tráfico de Citas, Traducción, Entrevista,
Notas y reseñas. En el número 11 el dossier está dedicado
a Jesús Urzagasti y en el número 12, publicado en octubre de 2015, el dossier
está dedicado a Rubén Vargas.
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