domingo, 1 de noviembre de 2015

Artículo

Homenaje de Cochabamba a
Adolfo Cáceres Romero


Texto leído la semana pasada durante un acto especial en la Feria Internacional del Libro de Cochabamba.


Gastón Cornejo Bascopé

Me concede un verdadero honor el escritor y maestro Adolfo Cáceres Romero para tener presencia en la noble tribuna que festeja su homenaje y en la feliz ocasión en que Cochabamba a través de la Cámara del Libro lo distingue como a una figura literaria sobresaliente.
Gran comentario se puede lograr de su proficua labor de escritor y experto en el arte de la palabra. Profesor de lenguaje y literatura, egresado de la Normal Superior Católica de Cochabamba y especializado en Uruguay y España. Catedrático y decano de la Facultad de Humanidades de la UMSS.
Su obra es reconocida en múltiples instituciones: Premio Nacional de la universidad de Oruro, Premio Municipal de Literatura en Cochabamba, Premio Franz Tamayo en La Paz, Premio Nacional de Novela Macelo Quiroga Santa Cruz, entre muchas otras distinciones.
Numerosas obras de su productividad creativa han sido premiadas por organismos de importancia, traducidas y comentadas. Enumeremos las principales: La mansión de los elegidos y Las víctimas (con entrañables protagonistas) , La saga del esclavo (gran novela histórica que cuestiona a Castelli y al Ejército Auxiliar del Río de La Plata), Octubre negro, El charanguista de Boquerón,  El último Khipukamayu, Galar, Copajira, Los golpes, La hora de los ángeles, Entre ángeles y golpes, Cinco noches de boda, El despertar de la bella durmiente, La Guerra del Agua y El puente de los suicidas, cuentos y novelas de enorme importancia literaria.
Especial mención merecen los cuatro tomos de la Nueva historia de la literatura boliviana, esforzado trabajo donde relieva sobre todo el enfoque del tema marítimo a propósito de los poetas cantores del mar cautivo. La inmensa obra se complementa con el Diccionario de la literatura boliviana”, el Manual práctico de redacción con nueve reediciones, y las antologías Poesía boliviana del siglo XX, Poesía quechua en Bolivia, Poesía quechua del Tawantinsuyu, Narrativa quechua del Tawantinsuyu y Ollantay.
En suma, su viaje de nauta infatigable de constante superación alcanzó horizontes de jerarquía académica, docencia, escritura, investigación, producción literaria. Adolfo Cáceres induce a los jóvenes escritores a profundizar la esencia de los mitos ancestrales; mitos que emergen de nuestras montañas y de los llanos amazónicos. Prepara una antología de cuentos extraordinarios de Bolivia, partiendo de esos mitos insertados en cuentos aymaras, quechuas y tupi-guaraníes, y una antología de escritores bolivianos del exterior, de real importancia.
Para la valoración de la intelectualidad y la juventud boliviana que debe conocer su obra, importa remarcar que, muchos libros suyos tienen múltiples reediciones y han sido traducidos a ediciones bilingües de español-francés, así como a alemán, inglés, noruego,  sueco, holandés, japonés y también a lenguas originarias de Bolivia.
En lo personal, nos une lazos de profunda afectividad familiar. Como médico familiar suyo, evoco una crisis de salud que amenazó la valiosa existencia de nuestro homenajeado. Cuánta valiosa producción no habría existido; gracias a Dios superó la dolencia casi fatal con estoicismo y prosiguió su obra creativa. Albricias para la cultura nacional.
Hago pública la profunda admiración que siempre despertó en mí su dedicación absoluta de escritor sencillo y humilde, pero magnífico, distinguido y noble en el horizonte de los escritores de Cochabamba.
Su labor diaria de trabajo incesante, sin límite de horario ni descanso físico, su entrega espiritual a su familia como solícito esposo, padre responsable, selecto educador en magisterio cognitivo pleno de cálida ternura.

En el registro personal de las biografías respetables, Adolfo Cáceres Romero ocupa un lugar principal; tiene en mi mente y en mi corazón la imagen exclusiva de un hombre de bien, de un intelectual destacado en la contemporaneidad de los valores nacionales. 

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