jueves, 25 de septiembre de 2014

Desde la butaca

Semillas de Ñacahuasú

Los cubanos Froilán González y Adys Cupull elaboraron documentales sobre los guerrilleros bolivianos que acompañaron al Che en su aventura en el oriente.


Lupe Cajías

¿Cuánto saben los bolivianos, sobre todo los jóvenes, de aquellos guerrilleros nacidos en esta patria que lucharon en 1967 junto a Ernesto “Che” Guevara en la gesta desarrollada en el sudeste boliviano, más conocida como “las guerrillas de Ñacahuasú”? Poco, muy poco, pese a los esfuerzos de especialistas en el tema, como Carlos Soria Galvarro.
Estos días, con el apoyo de la Escuela de Gestión Pública Plurinacional (EGPP), los cubanos Froilán González y Adys Cupull, de la productora AUCA, presentaron 21 documentales que nos permiten encontrar por primera vez las biografías de hombres, casi todos de extracción obrera y campesina, que entregaron su vida por sus ideales, militantes comunistas conscientes que su decisión era: “Patria o muerte, venceremos”.
González y Cupull dedicaron su trabajo a mantener la memoria de las luchas de Guevara y tienen en su propia casa de La Habana el mejor museo sobre el combatiente argentino cubano. Muchos de los documentos y objetos los consiguieron durante su actividad diplomática en Bolivia al inicio de los 80.
Son decenas los libros, folletos y artículos, además de conferencias que permiten conocer la vida del Che desde su infancia, sus viajes adolescentes por América Latina (incluida la Bolivia revoltosa del 52), su arribo a México y su compromiso con el Movimiento 26 de Julio, además de su presencia en Asia, África y en las tierras bajas cruceñas.
Esta vez, con el aporte técnico de sus hijos, rastrearon las historias personales de los bolivianos, casi todos treintañeros, que murieron entre marzo y octubre de 1967, inclusive los sobrevivientes acribillados posteriormente.
El singular aporte es que no son datos fríos de héroes y mártires sino testimonios de sus seres queridos que los muestran como personajes de carne y hueso que tuvieron que dejar a la madre, a la esposa, a los hijos pequeños, para cumplir su misión.
En Semillas del Ñacahuasú (esa es la forma correcta de escribir la famosa toponimia de la finca) entrevistan a sus descendientes, a los amigos, a los familiares y a testigos que de una u otra forma conocieron episodios de la vida de cada uno de ellos.
Muchas veces nos preguntamos qué pasó o qué pasa con los hijos de quienes mueren violentamente por una u otra causa, cómo fue afectada su niñez, cómo sobrevivieron, qué opinaron del padre que salió en busca de una gesta libertaria.
Se conoce que en más de una ocasión, el descendiente de un revolucionario, de un exiliado, vive con la amargura de ceder su espacio hogareño feliz por culpa de una “causa”, de un compromiso político, de un ansia de poder o de cambio.
González y Cupull grabaron testimonios tan duros que el espectador no puede esconder las lágrimas y la congoja en el corazón. Compartí esos sollozos con rudos hombres mientras mirábamos esos rostros que el 67 tenían dos o tres años y que vivieron para siempre con la marca de la guerrilla del Che.
El conjunto de 21 videos documentales, de entre 12 a 15 minutos cada uno, reúne las biografías contadas por padres ancianos, hermanos, cuñados, hijos, sobrinos, nietos, amigos de:

Aniceto: Aniceto Reynaga Gordillo, (1940) que tuvo doce hermanos, ocho de los cuales murieron niños, originario de Colquechaca, Chayanta, Potosí, maestro, que tuvo experiencias junto con su padre en la Revolución de 1952 y luego militó en la Juventud Comunista.
Apolinar: Apolinar Aquino Quispe, (1932) nacido en Viacha, La Paz, aymara, también con experiencia en las milicias obreras del 52 y militante comunista, difundió el socialismo en aymara, y fue entrenado en cuadros sindicales en la Unión Soviética.
Benjamín: Benjamín Coronado Córdova, (1941), nacido en Potosí, quechua, maestro y minero, radialista en la mina Huanuni, entrenado en Cuba. Su madre y su hija también fueron militantes del Ejército de Liberación Nacional fundado por el Che.
Carlos: Lorgio Vaca Marchetti, (1934), nacido en Santa Cruz de la Sierra, dirigente sindical de los trabajadores de la seguridad social, con experiencia en las milicias obreras del 52, comunista internacionalista.
Coco: Roberto Peredo Leigue (1938), nacido en Cochabamba pero de familia beniana, comunista desde joven y trabajador en diferentes oficios; artista y guitarrero, entrenado en Cuba, fue uno de los principales contactos del Che.
Chapaco: Jaime Arana Campero (1937), tarijeño, profesor, con experiencia en las milicias del MNR, comunista entrenado en Cuba.
Darío: Savino Adriázola Veizaga (1942), nacido en Huanuni, quechua, minero, compañero del PC- Marxista Leninista, cuadro formado en historia del sindicalismo; sobreviviente, murió asesinado en 1969.
Ernesto: Freddy Maymura Hurtado (1941), beniano, descendiente de japonés, dirigente comunista estudiantil, médico formado en Cuba.
Inti: Guido Álvaro Peredo Leigue (1937), nació en Cochabamba pero vivió su juventud en Trinidad, de oficios varios, desde joven fue militante comunista y recibió entrenamiento teórico y militar, internacionalista; sobreviviente, fue asesinado en 1969.
Julio: Mario Gutiérrez Ardaya (1939), beniano, dirigente estudiantil y sindical, militante comunista, también con experiencia en las milicias cubanas.
Loro: Jorge Vázquez Viaña (1939), paceño, descendiente de una notable familia de intelectuales, estudió geología y arte en Alemania, formado en la Unión Soviética, recibió entrenamiento en Cuba.
Moisés: Moisés Guevara Rodríguez (1937), nacido en Huanuni, Oruro, minero con experiencia en las milicias del MNR; quechua, militante comunista y luego del PC ML.
Ñato: Julio Luis Méndez Korner (1937), beniano, descendiente de alemanes, con varios oficios de artesano; amante de la música clásica, formado en la Unión Soviética.
Pablito: Francisco Tangara Flores (1945), paceño, nacido en Laja y uno de los más jóvenes, hablaba aymara, campesino y minero, militante del PC y luego del PC-ML; murió pocos días después del asesinato del Che.
Pedro o Pan divino: Antonio Jiménez Tardío (1941), cochabambino de Tarata, quechua, artista y de formación religiosa, dirigente estudiantil y miembro de la JOTA, formado en la escuela de cuadros de la URSS.
Raúl: Silvestre Raúl Quispaya Choque (1939), orureño, quechua, dirigente estudiantil, normalista, alto dirigente de la JOTA y luego del PC ML y con formación en Cuba, la URSS y China.
Serapio: Serafín Aquino Tudela (1951), paceño de la provincia Ingavi, uno de los más jóvenes en la guerrilla, hijo de ferroviario.
Víctor: Casildo Condori Cochi (1941), paceño de Corocoro, aymara, campesino y minero, militante comunista y luego del PC ML.
Walter: Walter Arancibia Ayala (1941), potosino de Chayanta, trabajador minero, dirigente sindical famoso por sus discursos, estudió en la URSS.
Willy: Simón Cuba Sanabria (1935), cochabambino de Itapaya, campesino de origen muy pobre y luego minero en Huanuni, dirigente sindical, militante comunista y luego del PC ML, fundador del ELN, famoso por su defensa en las últimas horas de vida del Che.


Con estas biografías y los testimonios desgarradores, González y Cupull demuestran que los guerrilleros bolivianos eran de diferente origen étnico, social y geográfico, pero formados y entrenados con clara consciencia de lo que hacían.

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