El Cosmopolita Ilustrado (II)
Segunda y última parte de la reseña y descripción de esta revista cruceña del siglo XIX.
Omar Rocha Velasco
El mayor impulsor de El Cosmopolita Ilustrado fue Manuel Lascano Velasco, pintor y
grabadista muy destacado en su época, por esta razón la revista cruceña incluye
en cada uno de sus números un “grabado” hecho por este artista.
La técnica consistía en burilear la imagen en un trozo
de madera -dando lugar a un dibujo muy sofisticado de trazo grueso- y luego
traspasarla cuidadosamente al papel. Cada grabado iba acompañado de un texto descriptivo
y proporcionaba información detallada, quién era la persona que aparecía, la
historia del lugar, fechas, nombres, datos, etc. Estas imágenes fueron la
huella de El Cosmopolita Ilustrado,
una “originalidad” de la que muy pocas publicaciones bolivianas gozaron.
Los grabados y textos de Lascano constituyen una
fuente primordial para reconstruir la historia de Santa Cruz del siglo XIX, allí
se dieron a conocer costumbres, tradiciones y, sobre todo, datos acerca de cómo
se fueron edificando algunos hitos de la ciudad como el caso de la Plaza de la
Concordia:
“El jeneral Juan José Pérez, de gloriosa memoria, fué
el primero que ordenó é hizo ejecutar el nivelamiento de la entonces irrisoria
Plaza, así como la construcción del elegante enverjado de cal y ladrillo que la
circunvala. Vino enseguida el igualmente finado Jeneral Juan Mariano Mujia, y
procedió al ornato y embellecimiento de la obra de su antecesor: pusiéronse los
bancos que hoi escisten, y él mismo, en persona, plantó y sembró los árboles y
flores que la adornan”. [sic.]
Otro de los temas de estos grabados era el homenaje
patrio, El Cosmopolita Ilustrado
nació un 6 de agosto de 1887 en recuerdo del día de fundación de Bolivia, la
imagen para ese primer número fue la de Simón Bolívar de pie, arriba de la
cumbre del Cerro Rico de Potosí, el Libertador porta el estandarte de la
libertad en una mano “y con la otra muestra al mundo su obra coronada por el
más completo y feliz éxito. – Allí, á lo lejos, se vé á Colombia, Venezuela,
Ecuador, Bolivia y el Perú.− ¡Cinco naciones que él arrancara de las garras del
León hispano para darles libertad!” [sic.]
Este gesto fue constante durante los 35 números de la
revista, Lascano, un patriota empedernido, homenajeó a José Miguel de Velasco
(ex Presidente de Bolivia y abuelo suyo), Ovidio Suárez (que obsequió el reloj
que “adornaría nuestra futura Catedral”), Pedro Blanco (segundo presidente de
Bolivia), Andrés de Santa Cruz, etc.
La revista también dio a conocer mediante sus grabados
reuniones memorables de la época y costumbres de la región, uno de los casos
más exquisitos es la descripción del juego del cabrito:
“Todos rodean al venturoso jinete que se llevaba el
chivo y, tirón de aquí, tirón de allá, empujando á este, arrimando un soberbio
riendazo á aquel, arrancando las barbas á ese otro, rasgando la camisa al de
más allá, y todo abundantemente salpimentado con profusión de epigramas,
alusiones, ajos y cebollas, cada cual auna sus esfuerzos á los de su partidito
para conseguir quitar el chivo y llevárselo consigo…” [sic.]
Las imágenes propuestas por Lascano no fueron
solamente de Santa Cruz, esa era una de las formas de entender el
cosmopolitismo expresado en el título de la revista. Así, la revista da a
conocer también espacios destacados de otras partes de Bolivia: La plaza 25 de
mayo y el manicomio Pacheco en Sucre, la Plaza 16 de Julio, la alameda y el
Palacio de Gobierno en La Paz de Ayacucho, etc.
Esta publicación y sus grabados fueron el inicio del
concepto de “Publicación periódica Ilustrada” en Bolivia. Esto implica ir más
allá de los motivos ornamentales como bandas, letras, o viñetas estandarizadas.
En general las imprentas estaban equipadas con material tipográfico consistente
en esas viñetas ornamentales o pequeñas ilustraciones que acompañaban a los
textos; el lenguaje visual de El
Cosmopolita Ilustrado abrió una nueva página en las revistas literarias y
culturales bolivianas, pues no se piensa solamente en las funciones
decorativas.
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