AntezanA: Ya no hay Miedos
Comentario sobre la reciente producción musical del grupo paceño.
Fotografía: Rodrigo Quiroga. |
Mario
Eduardo Vargas
“Tengo miedo de no saber elegir / Tengo miedo de vivir…” son las últimas líneas de Miedos,
canción originalmente compuesta por Sergio Antezana en 2002 para su álbum debut
Tu sangre triste y oscura (grabación independiente),
una incursión acústica en el terreno de la música folklórica latinoamericana.
El músico paceño, de entonces 25 años, no había establecido aún
aspectos inherentes a su propuesta; tal es el caso del timbre de su voz, que
recogía una indisimulable influencia de algunos de los padres de la trova.
Pero el contenido lírico de Miedos
denunciaba una elogiable intención del cantautor: valor para asumir y
transmitir la intimidad de sus estados de ánimo -miedos incluidos, claro-, a
quienes se dignaran a escucharlo. No se trataba de una propuesta comercial, en lo absoluto; pero
esos temores tan humanos, además, que Sergio plasmaba en sus canciones,
contrastaban de manera un tanto irónica con la valentía con la que había decidido
trazar su camino musical: música que signifique. La osadía propia de los años
de juventud está repleta de este tipo de ambivalencias en el orden existencial.
La segunda de las canciones en cuestión es Desde hace algún tiempo, grabada originalmente para Sencillo (Wayna Audio, Fundación Wayna
Tambo, 2004), segundo álbum de la discografía solista de Sergio.
La naturaleza introspectiva del contenido de la canción eleva su
tensión hacia alturas insospechadas hasta resolverse en una línea que conmueve: “Y es más, te quiero decir: que tomes en
cuenta… que voy a estar ahí”.
Esta versión de Desde hace
algún tiempo ha quedado registrada para la posteridad como una suerte de
maqueta en la que Sergio lograría volcar todo lo que quería decir con una
fluidez fantástica, y a la que regresaría una década después para grabar la
versión definitiva. “Creo que el objetivo de mi música es
reflexionar sobre la realidad del ser humano contemporáneo, en un mundo en el
que, pese a la sobrepoblación, vivimos en soledad, y es quizás este uno de los
mayores males de nuestro tiempo”, explicaría alguna vez el músico.
Ambas canciones están incluidas en Miedos, la segunda propuesta de AntezanA, la banda que Sergio
(guitarras y voces) ahora integra junto a Leonardo Miranda (bajo), Iván Guzmán
(batería) y Marco Flores (teclados).
Miedos es uno de los discos que forman parte de la serie Vibra mi patria Bolivia, impulsada por
el Ministerio de Culturas. Si bien es a partir del tercer trabajo discográfico
de Sergio (Caligramas, Pro Audio,
2008) en el que se vislumbra que su música comenzaba a ser reenfocada; es en el
cuarto (AntezanA, 2013) en el que esa
transformación sónica, si se quiere, se perfilaría ya como definitiva.
La asociación de Sergio con Marco Flores se remonta a los días de Caligramas. Leonardo Miranda se
incorporaría al cuarteto desde las sesiones de AntezanA e Iván Guzmán aportaría su vibrante estilo a partir de las
presentaciones para difundir ese disco.
Miedos no alcanza los 23 minutos de duración, hecho que técnicamente lo
incorpora más bien a la categoría maxi-single;
pero ello no le resta trascendencia a todo lo que transmite. Las ya mencionadas
Miedos y Desde hace algún tiempo reciben cada una su face lift hasta ser transformadas en una vibrante versión rockera y
una incursión en el ámbito del power ballad en sutil simbiosis con tintes de
rhythm and blues, respectivamente.
El resto del repertorio del disco no desentona. Fading, composición en inglés, es
noventera. Sombra, por su parte, se
ubica casi en la misma línea de tiempo y nos recuerda ligeramente a
Soundgarden, aunque con el encantador añadido del dulce sonido de un charango
en la coda.
Fuego confirma la habilidad poética de Sergio: “Soy una chispa en el viento / que ve su luz, que va a su luz / el
fuego es mi firmamento / mi inhalación, mi exhalación / el humo es mi
vestimenta / mi obstinación…”. Finalmente, Expansión es la despedida también nutrida de las oscilaciones métricas
propias del grunge que marcaron una época. Miedos
es breve, pero fluye con naturalidad.
La propuesta de AntezanA no va a llenar estadios ni vender discos
en cantidades industriales porque el nuestro es un mercado en el que quienes
consumen “música” carecen de cultura musical. “Son todos unos sordos”, la
tajante descripción que alguna vez vertiera el gran Astor Piazzolla para
referirse a quienes no entendían su propuesta en su país, se aplica a la
perfección en el caso de Sergio Antezana. Las propuestas honestas jamás movieron
multitudes.
Asistimos a la presentación oficial de Miedos en el Teatro Municipal 6 de Agosto, escenificada a
principios de junio. Si bien la concurrencia no fue nutrida, se notó que
quienes asistieron a esa velada artística disfrutaron de la música del cuarteto.
AntezanA, además de las que ya hemos citado, también interpreta en
concierto versiones remozadas del cancionero de Sergio que vale la pena destacar:
Síntesis, You, Silencio, Cenizas y Piel, por ejemplo.
AntezanA ha logrado afianzar su propuesta. “Pensé que el reto que
debía asumir -explica Sergio en el librillo que acompaña al CD- era grabar un
disco en el que los músicos de la banda aporten decisivamente al desarrollo de
los temas y no solamente como ejecutantes. (…) Creo que éste es el camino.
Seguiremos andando”.
Miedos también incluye un DVD con un recital del cuarteto registrado en
el patio del Ministerio de Culturas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario