Tom Waits: Rain dogs (1985)
Rodrigo Villegas / @grillegas
¿Qué es Rain dogs? ¿Qué hay dentro de ese álbum autoproducido por Tom
Waits que lo hace uno de sus mejores trabajos de su carrera? Escarbaré las
razones que me llevan a coincidir con esta afirmación.
¿Hay que hablar de la voz de Tom? No estoy seguro, podría decir que siempre
me impresionó, al principio no la entendí, todavía yo era muy ingenuo para
escucharla. Después de haber bebido la noche un poco la puedes tocar, pedazo a
pedazo. Luego es capaz de abrazarte, o todo lo contrario. Estoy seguro que es
de las voces más honestas que hay. Necesaria. Esas voces que parece que están
buscando una licorería, reptando hacia ella.
Escribo esta columna emputado, decepcionado de gente cercana. Waits y este
álbum son una excusa para entenderme ahora. Renovarse implica muchas verdades.
Implica aceptar la mierda natural en que nos movíamos. Supuestamente te alejas
de los demonios, esos perros de la lluvia, pero en realidad encuentras los
verdaderos. Los hipócritas que te rodean / los falsos / los disfrazados. Quizás
estar solo es la respuesta. Lo demás es decoración. Compañía interesada.
El abismo se hace familiar al escuchar estas 19 canciones. Prohibido para
niñitos/as. Ni lo intenten. Esto es un trago fuerte, no son dulcecitos. No
los dejarían entrar en este cabaret.
¿Alguna vez se quedaron solos en un bar? Después que echaste a todo el
mundo, es un momento fantástico. La oscuridad, el silencio, los fantasmas, el
conocimiento que se vislumbra. En los noventas
fui dueño de un bar en Sopocachi, en ese lugar precisamente conocí a Tom, era
perfecto para él, podría jurar que era su bar favorito, por lo menos tengo la
seguridad que le habría gustado pisarlo.
No había ventanas. Era extraño quedarse. Solamente unas ranuras muy finas
en la puerta que daba a la 20 de Octubre me hacían notar que el sol estaba presente.
Pero era cuestión de horas y unos discos más de este compañero nocturno para
estar tranquilo nuevamente. Todos somos búhos.
Banjo, armonio, marimba, contrabajo, percusión, acordeón, saxo, violín,
órgano se escuchan en una década plagada de maquinitas en las manos de músicos.
Tom produce estas canciones con una deformidad que roza la belleza pura.
Sarcasmo musical. La manera en que organiza estos sonidos es fakin perfecta.
Noches enteras te toma escucharlo, por si acaso. Tengo la sensación de que
no te deja salir. Jodete si no lo entiendes. No lo mereces. Pero si quieres ver
un poco de realidad, escucha este álbum, sentí el espectro. Gracias por la
insanidad Waits.
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