Gesta Bárbara (II)
Segunda y última parte de la semblanza de una de las más importantes revistas literarias de Bolivia.
Omar Rocha Velasco
El colectivo de
una revista actúa como una jauría: la naturaleza grupal los caracteriza, la jauría es un devenir constante, allí cada
miembro conoce su misión, su rol, sin necesidad de previa asignación, midiendo
sus capacidades y propias fuerzas.
Para fundirse en la jauría es necesario
seguir un impulso irracional, eso explica los ímpetus juveniles que llevaron a
muchos escritores a participar apasionadamente en revistas literarias antes de
emprender el camino solitario de la escritura.
La revista Gesta Bárbara estuvo compuesta
por una jauría guiada por Gamaliel Churata y Carlos Medinaceli; permitió canalizar
cuestionamientos estéticos, políticos y éticos a su
entorno, surgió y se desenvolvió como una oposición constante, una negación de
la “ignorancia de los filisteos”.
Muchas revistas
literarias en el continente se constituyeron en espacios de expresión de
“sensibilidades nuevas”, no sólo en lo literario, sino también en lo político. Los bárbaros buscaron inventarse un nacimiento, intentaron fundar un nuevo espacio, por
eso el primer texto que publicaron fue una especie de manifiesto de José
Ingenieros en el que resalta la siguiente frase: “el Idealismo decapitará a la
Mediocridad”.
Una
de las aristas del barbarismo fue la transformación social y la rebeldía. Los
artículos hablaron constantemente de la apatía, la ineficacia y la ignorancia
de un medio que no dejaba desplegar sus ímpetus y/o talentos.
La tarea
de transformación sólo es posible a través del arte, decían, además intentaron
que ese ideal asumido no expresase sólo el interés de unos jóvenes
trasnochados, sino que involucre a toda la sociedad: “Gesta Bárbara no
representa el corolario de entusiasmos aislados, nace por la colaboración de
toda la sociedad potosina. He aquí la razón porque ya es considerada como la
única revista que Potosí edita. ¿Programa? ¡Arte!”.
Los bárbaros intentaron seguir ese programa con mucha
versatilidad y variedad, en términos de Deleuze diríamos que utilizaron un fuerte
coeficiente de “desterritorialización”, es decir, de aquello que no se sujeta a
la seguridad de las determinaciones de la integridad, unidad y oficiales.
Muchas veces las lenguas están sujetas a utilizaciones
normalizadas, determinadas por abstracciones trascendentes y sujetas a
funciones institucionales: las lenguas del
Estado, las lenguas legales, las lenguas académicas, las lenguas del saber. Esta revista, sin embargo, rompe con estas determinaciones y otorga un panorama diferente: poemas, reflexiones, ensayos, reseñas, notas al pie, notas musicales, etc.
Estado, las lenguas legales, las lenguas académicas, las lenguas del saber. Esta revista, sin embargo, rompe con estas determinaciones y otorga un panorama diferente: poemas, reflexiones, ensayos, reseñas, notas al pie, notas musicales, etc.
Otro gesto de desterritorialización fue la
incorporación de cierta sensibilidad femenina expresada, por ejemplo, en
delegar la dirección de la revista a María G. Gutiérrez en ausencia de Carlos
Medinaceli o en la pregunta que los bárbaros hacían a sus colaboradores “¿usted
qué prefiere amar sin ser amado o ser amado si amar?”, estos ejemplos muestran
el grado de cuestionamiento a determinantes sociales predominantes en la época.
Las revistas literarias permiten ver
“el sentido inmediato de la literatura y de la cultura” en un momento dado, por
tanto, permiten explorar zonas de “cruce” de ideologías y proyectos previos a su consolidación. En el caso de
Gesta Bárbara, encontramos no sólo una preocupación por la sociedad potosina
del momento, sino una preocupación más abarcadora: “la patria”.
Así, el cuarto número dedica sus
páginas al “amor a la patria”. La concepción de patria que los bárbaros tenían estuvo
cimentada en la siguiente metáfora: “templo de esperanzas y glorias”; los
bárbaros se pensaron como sacerdotes de ese templo. Posiblemente esa concepción
hizo que su barbarie no llegue realmente a la “profanación” para lograr
trasgredir realmente.
A diferencia de otras revistas
bolivianas mucho más endogámicas, o con preocupaciones que no pretendían ir más
allá de sus fronteras, los bárbaros intentaron desde el principio tener una
mirada más amplia, no es casual que hayan iniciado la serie con un texto de
José Ingenieros o que tengan un número íntegro dedicado a Manuel Gonzales
Prada, uno de sus “maestros”.
Así, su visión se plantea también
americanista, adscribiéndose al ideal de la unión continental, como lo plantean
en el número cinco: “antes que el estrecho patriotismo ‘nacional’, los
americanos estamos obligados a amar a América y estrechar cada vez con más
sólidos vínculos de unión, las naciones del continente (…)”.
Gesta Bárbara fue, sin duda, una de
las revistas literarias más importantes que se produjeron en Bolivia, su
impacto fue determinante, su barbarismo, su paso de jauría y su rebeldía
contagiaron a toda una generación, casi todos los participantes fueron
importantes escritores, editores, historiadores y cuidadores de textos, cultivaron
una sensibilidad que produjo las mejores ofrendas de la literatura boliviana.
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