La microficción en Bolivia
Una muestra de los textos leídos en el encuentro de escritores especialistas en microficción, realizado el pasado fin de semana en la Feria Internacional del Libro de Santa Cruz
LetraSiete
El
día viernes 2, en la Feria Internacional del Libro de Santa Cruz, se realizó el
primer Encuentro de microficción en Bolivia, un género que aún se está
desarrollando en el país pues, si bien varios narradores incluyen una que otra
microficción en sus libros de cuentos, pocos son los que han publicado libros
exclusivamente de este tipo de textos en los que se trata de contar una
historia en pocas palabras.
Del
encuentro participaron reconocidos cinco autores que cultivan este género:
Teresa Constanza Rodríguez, Gonzalo Llanos, Sisinia Anze, Felipe Parejas y
Homero Carvalho, quien fue el coordinador del evento. Textos de todos ellos fueron
incluidos en antologías internacionales, publicados en revistas extranjeras y
traducidos a otros idiomas.
“Con
las redes sociales es cada vez mayor el número de narradores que se anima a
publicar o postear un microcuento en el Facebook o en Twitter”, comentó
Carvalho, a tiempo de ponderar las buenas perspectivas a futuro de este
subgénero literario.
Después
de la lectura de sus textos, los participantes dialogaron con el público
asistente, en su mayoría estudiantes de colegio y escritores locales
interesados en conocer los secretos del género. Del encuentro saldrá, en los
próximos meses, una antología que incluirá microficciones de los cinco
participantes, una muestra de las cuales proponemos a continuación.
Escondite
Teresa Constanza Rodríguez Roca
Eres
perfecta, Emily. Eres mi Eva, mi Beatriz, mi Dulcinea. Qué haría yo sin ti,
murmura Facundo a la hembra tendida junto a él.
Eres
callada, sumisa, complaciente. Nunca me has fallado, añade el hombre y suspira
profundo, antes de jalar el taponcito del ombligo femenino. La silenciosa mujer
empieza a desinpffffhhh, para luego ser doblada y encerrada en un cajón de
triple llave.
Trascendencia
Felipe Parejas
Roman
Crawford, autor de gran número de cuentos de terror y misterio, murió de un
ataque cardíaco a principios del siglo pasado. Hace un par de semanas publicó
su más reciente novela.
Trazadora
Gonzalo Llanos Cárdenas
Cuando
la madre se enteró que su hija se desviaba de los caminos derechos de la vida, no
encontró otra que castigarla, pensando que así la salvaría. Pero la desviada,
intuyendo el castigo, se escapó, se fue a recorrer el mundo. Caminando, desde
tierras lejanas, le escribió una carta: “Mamá, tengo un oficio que me hace
feliz: abrir caminos”.
Pachamama
Homero Carvalho Oliva
Doña
Justina Cusicanqui, tierna y sabia anciana, cuenta que escuchó a su abuela
relatar la historia de un aymara que, ante los porfiados sacerdotes católicos
que pretendían obligarlo a bautizarse cristianamente, para que el pobre hombre
redima su alma salvaje y pecadora, respondió muy sereno:
-Yo
nada espero del Cielo, todo me lo dio la Tierra.
No hay comentarios:
Publicar un comentario