Sobre el fin de ciclo de LetraSiete
Publicamos un par de las numerosas manifestaciones recibidas
ante el anuncio del cierre de este suplemento literario, y una nota de
respuesta de la directora de este diario.
Carta de Lupe Cajías
Periodista y
escritora
Estimado Martín:
Mi primera reacción es de sorpresa porque el motivo me
parece superable. No voy a detenerme a considerar las difíciles condiciones que
rodean actualmente al quehacer periodístico. Tampoco me detengo en la
importancia de la cultura para alentar ciudadanía plena y no meros
consumidores, votantes o empleados públicos. Ese no es mi punto, sino insistir
en que el espacio para la cultura puede ser y es rentable.
Recordemos que existen casos históricos que muestran que la
gestión cultural, sin dejar de cuidar, la belleza puede ser la salvación
económica de comunidades. Pongo como ejemplo a Colombia: fue el Festival de
Poesía el que permitió salir del espanto a Medellín, mucho más que el
teleférico; Bogotá invirtió en cultura para convertirse en ciudad amable y
rentable a donde los turistas no van solo a hacer compras, van a las librerías,
al teatro, al barrio de cafés culturales.
En Bolivia, ninguna actividad municipal mueve la cantidad de
gente y de iniciativas ciudadanas como la Noche de Museos en La Paz, donde
todos ganan; es el típico ejemplo de que más y más… dan más.
En el caso específico de la prensa, recuerdo cómo en los
años 90 Prensa Latina logró competir con las grandes agencias porque priorizó
la cobertura cultural y con énfasis en la crónica firmada; eran sus ofertas más
vendidas. La agencia alemana también tenía en la cultura (y el deporte) una
veta para no quedarse al margen frente a la avalancha de la competencia más
poderosa.
En el caso del suplemento, creo que se puede ser imaginativos:
colocar avisos y cartelera y venderlos (inicialmente) como avisos clasificados.
El Círculo de la Unión, el municipio, los cines, las embajadas, y los conciertos
de todo tipo deberían ser los anunciantes. No es necesario competir con las
páginas culturales del propio periódico sino mantenerse dentro de lo que es un
suplemento cultural que privilegia la crítica, la crónica, los artículos (no la
noticia).
Estoy segura que hay salidas, pero siempre con creación y
decisión.
Saludos,
Lupe
--
Carta de Diego
Mondaca
Cineasta
LetraSiete, la agonía permanente de los suplementos culturales.
Pareciera que no le damos la importancia real, en el ahora y
en la memoria, a esas pocas hojas que son los suplementos culturales, que con
el tiempo se establecen en una especie de pulso de pensamiento de distintas
épocas, de distintos períodos, reflejando no solo lo evidente, sino sobre todo
el pensamiento y las tendencias culturales, las fricciones críticas y esa
evolución (o no) del pensamiento de una sociedad. Sus dinámicas.
Se hacen invalorables, se convierten en testimonio vital
para todo ciudadano inquieto y curioso por conocer parte de su propia memoria.
Son para aquel que siempre está en búsqueda de entender de dónde viene, qué lo
construye y dónde se refleja. El sector cultural nunca dejó de estar amenazado.
De estar condicionado. Es lo cierto. Ha sucedido en todas partes y,
lamentablemente Bolivia no es una excepción.
En mi casa, por inquietud de mi madre, atesoramos la colección
de suplementos de Presencia Literaria; luego, por inquietud de mi hermano,
fuimos coleccionando Fondo Negro y El Juguete Rabioso. Luego vino La Ramona a
la que, gracias a que mi hermano estudiaba en Cochabamba, todos en casa pudimos
tener acceso, hasta que llegó el dichoso día de poder colaborar y ser parte del
equipo.
Esos suplementos son parte de casa, parte de nuestra
inquietud y memoria familiar. Los llevamos siempre. En mis constantes
traslados, idas y regresos, me encargo de que vengan conmigo o que estén
celosamente custodiados. Siempre recupero entrevistas, comentarios o artículos
que aparecen ahí como primera fuente.
En mis largas ausencias de Bolivia, es mi madre la que sigue
guardándolos cada fin de semana. Y, cuando regreso a casa, me los señala y yo
me paso tardes enteras revisándolos. Es una manera de saber qué ha pasado en mi
ausencia, un ritual. Una manera más fiel que el volátil internet.
El final anunciado por LetraSiete representa, para mí, la
evidencia de que la cultura y su posibilidad de construcción aún no son
prioridad para un país como el nuestro. Da cuenta de nuestro descalabro
cultural. Da cuenta de que el hábito de la lectura y su importancia para entendernos
y vernos, solo es afán de unos pocos quijotes.
Agradezco y saludo todo el esfuerzo de aquellos que se
animaron a llevar adelante cada uno de los suplementos culturales en este país
árido para ellos. Agradezco a Martin Zelaya, por su aporte y por también
haberme invitado a colaborar con LetraSiete.
Cultivar nuestra cultura es nuestra mayor defensa posible.
Nos ayuda a no distraernos, nos alerta de la aparición o reinvención de esos
“sastres” de poca monta, nos ayuda a identificar a esos “falsoafanes” que
pululan.
En algún momento entenderemos que leer es altamente valioso
y que el conservar espacios de debate vitaliza, dinamiza y construye la cultura
de una región, de un país.
--
Carta de Isabel
Mercado
Directora de Página
Siete
A nuestros lectores:
El pasado domingo el editor de LetraSiete, Martín Zelaya,
anunció el fin de ciclo de ese suplemento que se publicará hasta el último
domingo de junio. El anuncio mereció, de parte de los lectores, muestras de
apoyo y pedidos de reversión de esa decisión.
Ante ello, aclaramos que la determinación no significa, en
ningún caso, un desprecio por la actividad literaria o cultural, más bien
obedece a un proyecto de renovación de contenidos y formatos de todos nuestros
suplementos, además de una búsqueda de mayor circulación y calidad de impresión
para los mismos; un paso necesario para mantener nuestros productos dominicales
a la altura de estos tiempos y de las exigencias de los lectores.
Martín Zelaya fue inicialmente invitado para hacerse cargo
del nuevo proyecto, pero rechazó el ofrecimiento dado que su interés es
exclusivamente literario; respetamos su decisión y continuaremos trabajando con
él en otros emprendimientos.
Ponemos especial énfasis en que esta apuesta editorial no
representa en modo alguno una escasa valoración de los espacios literarios. Al
contrario, los nuevos productos revigorizarán dichos espacios que, como todo
producto periodístico, necesita renovarse constantemente.
Finalmente, agradecemos a los lectores de Página Siete y los
seguidores del suplemento LetraSiete por su interés y apoyo, y nos
comprometemos a mantenerlos informados de los nuevos proyectos que estamos
impulsando.
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