martes, 26 de julio de 2016

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Los 5 grandes invitados de la FIL La Paz

Acaba de lanzarse la cartelera de la Feria del Internacional del Libro de este año y, para no comer ansias, proponemos, con la ayuda de Giovanna Rivero, reseñara las que consideramos las cinco figuras internacionales a no perderse.


Martín Zelaya Sánchez

Si de hablar de las personalidades que llegaron a Feria del Libro de La Paz en estas sus dos décadas de historia se trata, se me vienen a la mente dos recuerdos sobre dos grandes.
Uno: la interminable fila para lograr un autógrafo del gran Quino, para descubrir, a minutos de que por fin toque el turno, que llevábamos una buena copia pirata de Quinoterapia, y salir sigilosamente de la cola por miedo al bochorno.
Dos: cuando llegó el “mexicano total”, Carlos Monsiváis, tuve que imaginarme su conferencia, sus libros y hasta su cara -en ese entonces no había san Google- a unos 30 kilómetros de distancia del campo ferial, bloqueado por una revuelta de vecinos de El Alto que cortaban la salida a Oruro, desde donde yo retornaba en flota para no perderme al maestro.
Estas dos experiencias frustrantes, no obstante, por supuesto que no hacen perder de vista que gracias a este extraordinario evento anual, los bolivianos amantes de los libros tuvimos la ocasión de compartir con gente de la talla de Raúl Zurita, Mario Bellatin, Fabián Casas, Elena Poniatowska, etc. etc.
Más allá de los libros: la oportunidad de tener decenas de miles en un solo espacio, de recorrer horas y horas anaqueles y pasillos y agotar ahorros sin jamás quedarnos satisfechos, cada agosto en La Paz (septiembre, en esta ocasión) los amantes de la literatura estamos de fiesta porque podemos ver y escuchar a pocos metros, estrechar la mano o lograr un autógrafo de muchos de los narradores y poetas que seguimos y admiramos; y para celebrar que se acerca esta época especial del año, por vigesimoprimera vez consecutiva, vamos a saborear -de la mano de Giovanna Rivero, acaso una de nuestras mejores narradoras de la actualidad, y acaso una de las grandes lectoras bolivianas- a cinco de los principales invitados para la XXI Feria Internacional del Libro que se efectuará en el Campo Ferial Chuquiago Marka de La Paz, entre el 7 y el 18 de septiembre próximos. Cinco destacados narradores cuya sola presencia hace ya imperdible la cita:

Marta Sanz

“Justo estoy leyendo Farándula [libro con el que la española ganó el Premio Herralde de Novela 2015] y me tiene fascinada. Una vez más la prosa-escalpelo de Marta Sanz ha conseguido sacarle todo el filo posible a las palabras y a las situaciones. Ya lo hizo con Black, black, black, una novela negra que es además una novela política, como todo lo que ella escribe: con una ironía que no está marcada por el resentimiento sino por la inteligencia y cierto hartazgo con el estado de cosas. Lo mejor de todo es el disfrute que destila su escritura... por ambos lados de la hoja”.

Sara Mesa

“De la misma dignísima estirpe de Marta Sanz, Sara Mesa ha estado anunciando su enorme talento desde hace algunos años y ahora, con Cicatriz, no queda duda. Esta novela es de una modernidad demoledora porque parece probar en un laboratorio de mundos interiores que si nos despojamos de las distintas máscaras que la virtualidad nos ha enseñado a diseñar, quizás en el fondo solo queda el temblor, el miedo a la desnudez. Cicatriz es un título perfecto”.

Julio Villanueva Chang

“Ya sabemos que él es el notable creador de la mítica Etiqueta Negra y que sus crónicas son joyas del periodismo narrativo. Una de las cosas que más destaco de su invencible compromiso con el formato y la ética de la crónica, es que parece mostrar lo que siempre estuvo ahí, quizás apenas camuflado por ciertos vicios que la ficción nos ha enseñado: demasiadas licencias poéticas. Chang aparta de un plumazo todo eso y te regala explicaciones sencillas. Fascinantes por sencillas. Eso es talento”.

Mariana Enríquez

“Qué puedo decir. La admiro y la leo con amor. Creo que he leído todo de ella… hasta sus crónicas sobre la fauna del rock y sus conmovedoras desgracias. La escritura de Enríquez es irresistiblemente morbosa, con ese morbo vintage que a mí personalmente me permite volver al delirio del terror de los 80, cuando había una cosa lúdica y eufórica y el cuerpo estaba ahí para intervenirlo salvajemente, estética que le agradezco con mi corazón feliz y sangrante. Su genuina conexión con personajes adolescentes es un plus y una constatación de que, cuando hay arte, se puede entrar a un ‘género’ y estallar sus fórmulas”.

Diego Zúñiga

“Se agradece la irrupción de Zúñiga en la narrativa hispanoamericana, especialmente porque ha hecho terriblemente visible un paisaje que, si bien no es extraño y está ahí, cerquita, no poseía la capacidad ontológica que él consigue darle en Camanchaca, una novela perfecta y preciosa. El quid del asunto quizás resida en que no se trata solo de situar personajes en un paisaje de pronto renovado por la mirada de un personaje inolvidable -un muchacho que incluso en el incesto puede mantener el corazón puro-, sino precisamente porque Zúñiga abre ese cuerpo psíquico de su protagonista y lo derrama en el desierto. Eso es un punto alto en la construcción de verdaderas subjetividades literarias”.


Y no hay que olvidar que además a la feria llegarán, de España: Alfredo Gómez Cerdá, Antonio Orejudo, Alfonso Zapico, J.J. Benítez y Tony Hernández-Pérez; de Perú, Juan Manuel Robles; y de Bolivia estarán, como invitadas especiales, las escritoras Liliana Colanzi, Giovanna Rivero, Magela Baudoin y Verónica Ormachea, junto con la poetisa y compositora Matilde Casazola, homenajeada en esta versión de la feria. Y finalmente, en otras actividades participará Oswaldo Calatayud, Premio Nacional de Novela 2016.

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