Los 14 títulos imperdibles
de la Feria del Libro
Un repaso -reseñas, fragmentos y valoraciones mediante- a las más destacadas novedades nacionales que se presentarán y/o pondrán a la venta en la XXI FIL La Paz que arranca el miércoles.
Martín Zelaya Sánchez
La narrativa boliviana contemporánea y los principales
premios nacionales de literatura se llevarán el foco de atención entre los
libros más importantes y -esperemos- más buscados y comprados de la XXI Feria
Internacional del Libro de La Paz, que arrancará este miércoles en Bajo
Següencoma. Claro, estamos hablando, y lo haremos a lo largo de esta nota
exclusivamente de la oferta de autores y editoriales nacionales.
La presentación de las obras ganadoras de las recientes
versiones del Premio Nacional de Novela, La
guerra del papel, de Osvaldo Calatayud, y del Concurso Nacional de
Literatura Franz Tamayo, Pollo asado con naranjas, de Mikio Obuchi, garantizan el acceso a
una novela y una colección de cuentos de calidad -al menos si confiamos, como
debería ser, en el criterio de los jurados calificadores- y, por otro lado,
para los ya numerosos seguidores de Rodrigo Hasbún y Liliana Colanzi, dos de los
narradores más reconocidos fuera de nuestras fronteras, es una grata noticia que
podrán no solo acceder a sus nuevas propuestas, sino tenerlos presentes en más
de una mesa de debate y coloquio. En poesía, dos obras completas de dos de los
referentes actuales: Matilde Casazola y Julio Barriga.
Antes de pasar a detallar 14 libros que consideramos
“imperdibles” para los amantes de la lectura, quiero destacar algunas novedades
más que por cuestión de espacio quedaron al margen de esta lista: Por la libertad y la cultura (Plural-Zofro),
un ensayo biográfico de Mariano Baptista Gumucio, y Flujo continuo (3600), el libro memoria de las III Jornadas de
Literatura Boliviana que se efectuarán durante el primer fin de semana de la
feria.
Además, algunos libros que salieron hace algunos meses pero
que no deberían desestimarse a la hora de aviarse de lecturas para el resto del
año: Las visiones (Nuevo Milenio) de
Edmundo Paz Soldán, Para comerte mejor (El
Cuervo), de Giovanna Rivero, Desvelos (Perra
Gráfica) de Saúl Montaño y Génesis 4:12
(Perra Gráfica) de Adhemar Manjón (Y, claro, todas las reciente novedades de la
Biblioteca del Bicentenario de Bolivia, reediciones aumentadas, corregidas y
con valiosos estudios introductorios).
Cosechar tempestades.
Poesía reunida (El Cuervo)
Julio Barriga
Fernando Barrientos, editor de El Cuervo y viejo amigo y
seguidor de Barriga, comenta que “Salvo uno que otro poema, está casi toda la
producción poética… de todas maneras, decidimos no llamarla poesía completa,
sino poesía reunida”.
En esta edición -el segundo poemario de la larga trayectoria
de El Cuervo, que debutó curiosamente con otro poemario… de Barriga, ¡claro!-
se incluye un estudio introductorio de Benjamín Santiesteban.
Telón Lento. Una carta de Arturo Borda a Carlos Medinaceli (La
Mariposa Mundial)
Arturo Borda
Escribe Omar Rocha: “la carta parte de una escena cultural
(puesta en acto que sintetiza un momento determinado de la historia o incluso
una época): el encuentro de Carlos Medinaceli y Arturo Borda, nada más y nada
menos que a bordo de un tren a punto de partir. Es la reunión de dos tremendos
escritores con proyectos destinados al ‘fracaso’, como dice Rodolfo Ortiz en el
estudio introductorio, cuya potencia, sin embargo, está en la destinación
futura de esa carta, mucho tiempo después de que ese tren partiera”.
La guerra de papel (3600)
Osvaldo Calatayud
Novela ganadora
de la última versión del Premio Nacional de Novela. Un libro de escritura densa
y presentación novedosa que sin duda se presenta como un reto estimulante para
el lector.
Según el jurado, “se trata de una obra arriesgada en lo
estilístico: un lenguaje denso y profundo que resulta en un código propio,
original y bien logrado que va a contracorriente del minimalismo hiperrealista
que domina la actual literatura hispanoamericana”, por un lado, y que también
es “muy singular en lo temático, al proponer un entorno futurista en el que la
deshumanización de una sociedad ultratecnificada sirve de escenario para contar
una historia sobre la soledad y la extinción de lo afectivo, a partir de
situaciones poco antes exploradas en nuestra literatura como la relación
epistolar, la enfermedad o el deporte”.
Va un breve fragmento de la novela:
“A decir verdad, ni siquiera yo sé si estoy completamente
solo -pese a las cercanías-, pero indudablemente mientras más gente haya en el
mundo y mayor el hacinamiento, más aislado nuestro destino, interceptado por
las máquinas y sin pero que valga.
Para mí, la gente que no ha experimentado la soledad aunque
en contadas jornadas de clausura o en largas estancias en el policlínico, poco
puede afirmar su identidad en otra medida que no sea aquella que el mundo
imprime en sus dactilares. Hay un sinnúmero de personalidades que combatir para
alcanzar la soledad, que es como un estado equipolente a nuestro ser, básico
para catar la existencia…”.
Obra poética (volumen II,
serie temática específica)(3600)
Matilde Casazola Mendoza
El tomo recoge
seis libros (de 17 publicados), aglutinando poemas de acuerdo a temas
específicos: el amor, el desamor, la religión, la naturaleza, etc. Si bien
estos están separados en los distintos libros, también se los puede leer de
manera transversal, presentes de distintas maneras en cada libro.
Nuestro mundo muerto (El Cuervo)
Liliana Colanzi
Por fin aparece el esperado tercer libro de la escritora
cruceña, después de Vacaciones
permanentes y La ola, que la
catapultaron como una de las grandes narradoras jóvenes de América Latina. Esta
edición, que recoge cuentos de La ola, publicado en Chile por Montacerdos,
tiene también un par de relatos inéditos. “Liliana Colanzi me parece una enorme
escritora, me atrevería a decir la mejor que he leído en los últimos años”,
sostiene la argentina Selva Almada.
Va un pequeñísimo fragmento de uno de los cuentos, para
antojarse:
“Un año después de mi relocalización, Tommy escribió para
contarme que estaba saliendo con alguien y que iba a tener un hijo. Era un
mensaje breve que aún destilaba los restos del antiguo rencor: ‘Te pido que ya
no me escribás más. Hacé tu vida, yo ya hice la mía. Fuiste vos la que se fue.
Tommy’”.
Los días más felices (El Cuervo)
Rodrigo Hasbún
Sobre este libro de cuentos, publicado hace un par de años
en España, Javier Goñi escribió en el suplemento Babelia: “Hay espléndidos
relatos a dos voces -él, ella-, o a tres, incluso, con el yo del narrador
inmiscuyéndose, o contribuyendo. Hay historias de padres desorientados, y de
hijos no menos desorientados, perplejos, unos, otros; vidas zarandeadas por las
palabras y los silencios: palabras que sobresaltan al estallar, porque lo hacen
de forma inesperada, casi a traición. Y cuando las palabras no estallan,
abruma, estremece el silencio que lo envuelve todo como una neblina
imprevista”.
Bambolla Bambolla [Cartas fotografías escritos]
(La Mariposa Mundial)
Hilda Mundy
En el texto introductorio de este libro por él rescatado y
editado, apunta Rodolfo Ortiz: “Hilda Mundy no se retrae a la transmutación
colectiva, al contrario, imagina la eclosión de ‘mil fuerzas desencadenadas en
la turbulencia post-operatoria de la guerra. Una ‘campanada final’ que trae una
ola de tullidos, dementes, locos, paralíticos, que habrán de propagar una
sensibilidad no netamente ‘bolivianista’, pero sí absolutamente nuestra. Y es
con esa turbulencia post-operatoria que Hilda Mundy logra un reparto en
sensible que encarna a su vez un arte crítico radical, cuya política, se
advierte a leguas, radica en el rechazo abierto al posible maridaje entre
literatura y proyecto utópico nacional”.
Pollo asado con naranjas (3600)
Mikio Obuchi
Cuento ganador de
la última versión del Concurso Municipal de Cuento Franz Tamayo. El libro
recoge la obra ganadora, el segundo lugar y menciones de honor.
Según Willy Camacho, el cuento ganador “es una inteligente
crítica a la labor de ciertos escritores quienes, quizá por ganar el aplauso de
la crítica, se esfuerzan por incluir en sus obras recursos narrativos
“complejos” (cajas chinas, puesta en abismo, polifonía, etc.) y referencias
literarias con las que hacen gala de su erudición, como si eso fuese una receta
para escribir textos trascendentes aunque, en realidad, tanto alarde solo sirva
para rellenar argumentos que no tienen sentido”.
Ricardo Pérez Alcalá, el gran ausente (Nuevo Milenio)
Marcelo Paz Soldán
Este es un libro dedicado a la vida y obra de Ricardo Pérez
Alcalá (Potosí, 1939 – La Paz, 2013). Contiene textos inéditos de Pablo Pérez
Ayala, Javier Fernández y Marcelo Paz Soldán.
Según Paz Soldán, “el libro contiene reproducciones de
muchas de sus pinturas, realizadas en diversas técnicas como acuarelas, óleos,
acrílicos, pasteles, tintas y carbón, y en diferentes soportes como papel,
lienzo y madera. El lector también encontrará muestras de su arquitectura y de sus esculturas y caricaturas”.
El título de este libro, El
gran ausente, hace referencia al cuadro del mismo nombre que el maestro
Pérez Alcalá pintara en México en 1990.
El conjuro juliano y
la falsificación de Leonardo (Nuevo Milenio)
Raúl Rivero Adriázola
La segunda edición de esta primera novela del autor
cochabambino, incorpora al texto 140 ilustraciones a tinta del talentoso pintor
Joel Gallardo. “Escrita en la línea de los libros de aventuras que hicieron
famoso a Alejandro Dumas y fueron resucitados en clave de oscuros complots por
Dan Brown, pero dándole forma de divertimento histórico, la novela recorre
diecisiete siglos de historia europea a través del hilo conductor de un conjuro
que permite, a quien lo posea y descifre, el dominio de Europa”, se lee en una
reseña facilitada por la editorial.
Sobre la obra dijo Juan de Recacoechea: “No sería una tarea
fácil leer una narración en la que se descubren tantos hechos y, una variedad
de personajes que por su prestigio y su rol histórico iluminaron una Europa que
se moldeaba para convertirse en el faro del mundo; pero el talento de Raúl
Rivero hace que esta narración histórica y novelesca se deslice sin pausas”.
Sueño de verano (3600)
Guillermo Ruiz Plaza
Sobre esta colección de 16 cuentos “que se adscriben a esa
búsqueda, en la que los personajes son presas de la locura, del miedo de
encontrarse a sí mismos”, Fernando Iturralde escribió: “el interés crítico de
la obra de Ruiz, además de la excelencia narrativa y la indagación en los
recovecos de la psique humana, se encontraría en la diferencia que representa
con respecto a la corriente que romantiza la marginalidad, el hampa, la
pobreza, el crimen, etc.”.
Caja de zapatos
(Sobras selectas)
Isabel Suárez
Maldonado
Debut por doble partida. Autora novel y editorial primeriza.
Una interesante opera prima sobre la que Wilmer Urrelo opina, en el texto de
epílogo de la edición: “algo complicado en un libro de cuentos es que tenga
cierta unidad. En el caso de Caja de
zapatos eso se cumple a cabalidad y con una precisión envidiable. Acá esa
unidad parece ser la mirada crítica hacia el mundo, hacia el mundo que, en
concreto, habitan las mujeres. Y esa unidad también está en esa clase de seres
humanos demasiado sensible a su entorno”.
Así empieza Cebolla problema, el primer relato del libro:
“Sos una cebolla, una blanca. Yacés en el mesón de la
cocina, rodeada de desorden y sumergida en la fría oscuridad, pero tranquila.
Encienden la luz. El gordo entra en la cocina y se dirige a
la heladera, saca el pan molde, el táper con jamón y queso, y un tomate. A este
lo conocés, lo viste cuando llegó del supermercado y ya lleva una semana
viviendo en la heladera. Por alguna razón no te cae bien. Será porque es
demasiado rojo, demasiado redondo, brillante... No. Solo sos una cebolla
racista”.
La memoria invertebrada (3600)
Rodrigo Urquiola
Según la sinopsis
facilitada por la editorial, “este libro recupera varios cuentos del joven
autor, todos ellos premiados o finalistas en certámenes literarios nacionales e
internacionales. Dividido en dos partes (Historias
de familia y El monstruo)
presenta un espacio (Santa Fe) siempre atravesado por lluvias y piedras, que
sirve a los personajes de escenario cabal para atravesar los horrores de sus
relaciones familiares, o los horrores privados, a partir de una persistente
evocación de los hechos: la memoria es la que nos cuenta estas historias”.
Rodolfo el descreído
(La Mariposa Mundial)
David Villazón
En el capítulo “El arco de la modernidad” de Hacia una historia crítica de la literatura
en Bolivia, Blanca Wiethüchter señala: “El vaciamiento de sentidos que
practica Hilda Mundy en Pirotecnia
(1936), o el dialogismo frívolo de Rodolfo
el descreído (1939) de David Villazón, novela en la que el autor se burla
explícitamente desde las notas al pie de página del narrador, constituyen las
rupturas que imaginan un mundo en ruinas”. Razón por demás valedera para leer
esta singular novela reeditada hace pocos meses.
Un breve fragmento:
“Y fue
otro beso, terrible, espantoso, que crispó el cuerpo de Regina en un etcétera
fragante.
—¡Baja!
—¡Oh!
las noches carnavalescas…
—¿Qué
dices?
—Qué
bellas son.
—No
digas tonterías, ven, sube.
—Ya.
—¿Te
gusta?
—¿Tu
saloncete?
—Sí.
—¿Quieres
un “camel”?
—Dame
un “benedictine”.
—Quítate
el antifaz Regina.
—No
puedo (y se quitó el dominó).
—Quiero
besar tus ojos profundos como abismos de perdición.
—Quítamelo
tú.
(…)”.
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