Libro álbum, una nueva forma de leer
Gabriela Montesinos acaba de ganar el III Concurso Nacional Libro Álbum organizado por el Espacio Patiño. Aprovechamos para detallar las ventajas de esta nueva técnica óptima para iniciar -con mejores expectativas- a los menores en la lectura.
Martín
Zelaya Sánchez
No
digamos una utopía, más bien un escenario ideal sería que la mayoría de las
personas sientan y disfruten de tal manera el acto de leer que se hagan parte
de este; es decir, que los libros, el contenido de estos, el trabajo del autor,
lleguen a asimilarse de tal manera que creen un lazo indisoluble con el lector:
¿qué mejor manera de cerrar el círculo emisor-receptor?
El
momento ideal -lo sabemos bien- para inculcar el amor por las letras es la
niñez, por lo que, cuando de menores se trata, ningún esfuerzo es excesivo para
hacer de los libros un objeto tan preciado y solicitado como, digamos, un Smartphone
o un videojuego. Y si de luchar contra la tecnología se trata -al menos de ir a
la mano con ella- qué mejor que innovar y ofrecer un plus respecto a la
tradicional literatura infantil.
Esa
es la idea del libro álbum, un novedoso género de la literatura para los más
pequeños. “Se trata de un libro en el que la imagen y texto se complementan de
tal modo que no pueden entenderse por separado”, comenta Gabriela Montesinos,
joven artista plástica cochabambina que ganó
el III Concurso Libro Álbum convocado por el Espacio Simón I. Patiño, desde
donde se busca posicionar este nuevo género en el país.
“Resulta
ideal -comenta Gabriela- para que las niñas y los niños se inicien en el hábito
de la lectura, ya que estimula visualmente y al no tener mucho texto hace que
se preste atención especial a la imagen para completar la información del texto”.
Sussy
Soto, responsable del Centro de Acción Pedagógica de Patiño, complementa la
idea: “El libro álbum se caracteriza por la relación dialógica que existe entre
el texto y la imagen, mientras el texto plantea las ideas, las ilustraciones completan
el contenido, aportan; y por lo mismo, la ilustración domina el espacio visual.
En el libro álbum el contenido se presenta de manera sintética interdependiente,
es decir que las imágenes no se entienden sin el texto y lo textos pierden
sentido sin las imágenes”.
“La
diferencia con un libro ilustrado -agrega- radica en que en éste los dibujos
son traducción literal del texto, en cambio en el libro álbum, las imágenes
adquieren un lugar privilegiado en el
diseño y aportan en la construcción del contenido”.
Por
todo esto es que Patiño está decidida a lograr que este género se consolide en
el país, y por lo tanto, desde hace algunos años organizan talleres para los
interesados y desde 2013, el concurso para autores.
Al
premio, como se lee en las convocatorias –ya son tres versiones-, pueden optar
autores e ilustradores bolivianos con trabajos dirigidos a niños entre 6 y 10
años. En cada gestión, el jurado está conformado por cinco personas de
diferentes áreas: literatura, pedagogía, diseño y edición.
Un
claro resultado de este programa de impulso artístico-literario es el trabajo
de Montesinos. “Me interesé en participar al ver la convocatoria del Espacio
Patiño, y conocer los trabajos de anteriores versiones del concurso, sentí que
era algo que quería probar”, sostiene, y explica detalles de su trabajo
ganador.
- ¿Cuáles son el concepto, las características
y detalles de Pienso?
-
Pienso es, tal como lo dice la palabra, un intento de mostrar el momento en que
nos hacemos conscientes del pensamiento cuando niños, cómo sin darnos cuenta de
ello nos llenamos de información, de ideas, de descubrimientos simples que con
el tiempo ya forman parte de la vida.
- ¿Cómo fue el proceso de
creación?
-
La creación parte de una imagen que trabajé hace mucho como un simple diseño, y
que se convirtió en mi tapa, a partir de ahí quise desarrollar la idea del
libro álbum con imágenes simples con las que pueda identificarse todo niño y
niña. Lo que traté de mostrar es lo que todos en algún momento hemos
experimentado: el proceso de pensar.
Trabajé
primero con bocetos a lápiz y luego de tener todo definido empecé a ampliar los
dibujos y darles color. El trabajo digital fue necesario para armarlo como
libro, insertar el texto, corregir color etc.
Al
final tenerlo terminado y ahora impreso es una gran alegría, ya que es mi
primer trabajo de este tipo. Es muy gratificante recordar todo el proceso, las
ideas puestas en un pequeño papel, y el resultado final, es una satisfacción.
Pero
más allá del talento e iniciativa particular de los creadores, más allá del
“pienso” de Gabriela y el que busca generar en sus pequeños lectores, no hay
que perder de vista que el libro álbum es un género de interacción por
excelencia, como señala Soto, una de las mayores conocedoras, en nuestro medio,
de esta novedosa técnica.
“El
libro álbum -comenta- promueve una forma diferente de lectura para los niños,
mientras los textos comunes obligan a una lectura lineal de izquierda a
derecha, éste motiva a quedarse en la página y ejercitar una lectura circular,
involucrando todos los elementos del dibujo
en la construcción del contenido, a esto el experto venezolano Fanuel Díaz,
denomina “tensión dinámica”: ‘el lector experimenta una tensión al leer un
libro álbum, ya que el texto te obliga a seguir adelante, mientras que las
ilustraciones invitan a quedarse a fijarse en los detalles’, dice Díaz”.
“Otro
aspecto importante en la forma de lectura del libro álbum son los indicios, los
niños desde las guardas se involucran
activamente con la historia, construyen hipótesis, plantean sugerencias”,
concluye Soto.
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Algunos tips importantes
La
especialista argentina Claudia Patricia Cassano, en un texto publicado en la
web integrar.bue.edu.ar, propone
estos importantes apuntes para conocer a fondo las posibilidades del libro
álbum.
-
Los lectores libros álbum deben buscar sentido a las historias teniendo en
cuenta dos códigos articulados: el lenguaje visual y el verbal.
-
Todos sus elementos cuentan: la diagramación, el formato, la tipografía, la
selección de los colores, las guardas, de la misma manera que el relato ya que
contribuyen a dar sentido de la historia.
-
Al explorar los elementos paratextuales sin haber leído el libro, surge la
pregunta del sentido que tendrán estos elementos en la historia, y la respuesta
la encontramos en ella, pero estos elementos van recortando y adelantando ciertos
puntos. Al terminar de leerlo, estas guardas se resignifican pudiendo generar
una nueva lectura al ubicar los elementos.
Este
tipo de relaciones entre sus elementos, lo convierte en “objetos de lectura”;
la historia está en el texto, en la imagen, en las tapas, en las tipografías,
en las guardas, en todo el objeto social y cultural que es el libro.
-
El juego con las tipografías plantea un toque interesante, caracterizando en
algunos casos a los personajes del cuento. Estas pueden cambiarse para cada
personaje, por ejemplo, imprimiéndole a la voz interna del que lee un matiz
distinto, una textura particular. Por los tanto, al leerlos se le da un tono
diferente porque cambia el personaje.
-
Ambos códigos, el gráfico y el verbal, plantean contratos de muchos tipos. Son
libros polifónicos, con varias voces, armonizadas como en una pieza musical, en
los que, como en la vida, pasan varias cosas al mismo tiempo.
-
Gran parte de la historia se arma por las palabras de los lectores, ya que la
misma está contada por otro código, que no es el de las palabras.
-
Cada lector contará de un modo particular, entrará por diferentes partes de la
ilustración y reparará en diferentes partes de la obra y le dará su
interpretación personal, lo cual no significa que cada uno interprete cualquier
cosa. La obra pone lo suyo y dice determinadas cosas, refiriéndonos a las
interpretaciones sobre un mismo hecho, explicaciones, lecturas, cambios sutiles
en el punto de vista desde el cual se habla sobre un personaje o un pasaje de
la historia.
-
El libro álbum es un objeto cultural que enriquece la educación estética de los
lectores. La imagen es portadora de significación en sí misma, en diálogo con
la palabra. Ilustración, texto, diseño y edición se conjugan en una unidad
estética y de sentido. Nada es dejado de lado, es un objeto artístico
cuidadosamente elaborado desde todos sus elementos.
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Un género participativo
Isabel
Mesa
El
libro álbum es un nuevo género literario que ha cobrado gran realce tanto en
Latinoamérica como en Europa. Se trata de un libro que mantiene una
interdependencia entre texto e imágenes. A diferencia de un texto ilustrado en
el que la imagen complementa o acompaña al texto, en el libro álbum el texto
cuenta parte del argumento y la ilustración cuenta otra parte distinta haciendo
que entre ambos elementos se construya una misma historia.
El
libro álbum tiene un concepto de lectura distinto que abarca dos puntos de
vista: el del texto, que le pide al lector que mantenga un modo tradicional de
lectura secuencial, y el de las ilustraciones, que lo invitan a detenerse y a
fijarse en los detalles y que puede
leerse en la dirección en el que la vista guíe al lector. Ambas lecturas hacen
que el autor obtenga significados distintos que van armando un mismo argumento.
Esta dinámica de intercambio hace que el lector asuma un rol participativo en
la construcción de significados.
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Hoja de vida
* Autora Gabriela
Montesinos, Paz nació en Cochabamba, Bolivia
* Formación Es egresada en
artes plásticas de la Escuela Superior de Arte Raúl G. Prada, de Cochabamba.
Obtuvo una mención en escultura, aunque su interés siempre estuvo puesto en la
pintura.
* Tendencias Actualmente
trabaja en óleo, técnica que desarrolla sobre cartón prensado.
* Logros Obtuvo el
primer premio con la obra Ya no estoy (pero supe que estando abajo no podría
caer más) en un concurso organizado
por el Centro Boliviano Americano de Cochabamba, y el tercer premio en el
concurso Artistas Noveles organizado por Fundapro.
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