viernes, 26 de diciembre de 2014

La palabra teleférica

Una gesta silenciosa

El autor destaca el aporte a la interculturalidad del Centro de Formación en Realización Cinematográfica (Cefrec).


Juan Pablo Piñeiro

Marcelina Cárdenas es una mujer quechua que desde joven ha luchado por sus derechos y por los de su comunidad. Hace muchos años utiliza el mismo sombrero, un sombrero valluno que usa tanto en el frío como en el calor.
Cuando ella estudiaba en la Universidad de Potosí, además de las grandes dificultades que tienen que superar aquellos a los que el país obliga a nacer sin oportunidades, Marcelina tuvo que enfrentarse a la atávica ignorancia de sus profesores quienes le descontaban diez puntos en el examen por asistir a la prueba con su vestimenta cotidiana, la de su cultura.
Nuestra aguerrida amiga le respondió en ese entonces al profesor que ella no estaba viniendo por los puntos sino por aprender, y que le baje la nota si quería pero que ella iba a utilizar su vestimenta de todas maneras.
Naturalmente el obtuso catedrático le descontó los puntos anunciados lo que provocó que Marcelina tomara una decisión para toda la vida: nunca más asistiría a ningún lado sin su sombrero.
El mes pasado, gracias al compromiso de diversas instituciones y organizaciones sociales, Marcelina pudo acceder al título de Técnica Superior en Comunicación. Junto a ella 25 alumnos más, quienes provienen de más de diez naciones indígenas del país, defendieron el grado ante un nutrido tribunal compuesto por representantes de las organizaciones sociales del país así como de las autoridades de la Universidad Indígena Túpac Katari y de las juntas familiares de educación, además de algunos de los docentes que participaron de la formación de los flamantes comunicadores.
Este es un hecho histórico porque es una prueba de que nuestro país está cambiando, reconociendo la titánica labor que realizan algunas instituciones en busca de un tejido social más justo. La más importante de estas instituciones es el Centro de Formación en Realización Cinematográfica (Cefrec), que en verdad es el principal promotor de esta gesta silenciosa.
El Cefrec fue fundado hace 25 años por un grupo de intelectuales y representantes de la cultura como una plataforma para promover estrategias comunicacionales para el desarrollo de los sectores desfavorecidos de la población, en especial de los pueblos indígenas.
En 1991, tomó las riendas de la institución Iván Sanjinés (que me parece que es el segundo hombre más trabajador de Bolivia después del Presidente). Iván empezó este sueño con la cooperación de un maravilloso equipo que en su mayoría lo acompaña hasta ahora, con personas  como Franklin Gutiérrez o Abel Ticona.
A los proyectos de formación impulsados por el Cefrec se sumaron en el tiempo muchos formadores importantes como César Pérez, Pancho Cajías, Ramiro Argandoña o Milton Guzmán.
Iván y su grupo iniciaron su labor contactando a los distintos pueblos indígenas y logrando instalar talleres de formación audiovisual. Los comunicadores capacitados empezaron a hacer sus trabajos los cuales estaban principalmente enfocados hacia la lucha política por la reivindicación de los derechos vulnerados de los pueblos indígenas. Entonces se fueron estableciendo importantes redes de difusión nacional e internacional, que dieron mayores condiciones al diálogo intercultural y sobre todo a la posibilidad de difundir y acordar criterios en común para lograr los objetivos propuesto desde las propias comunidades.
En 1997 las Confederaciones Indígenas y Campesinas de Bolivia  (CSUTCB, CSCIB Conamaq, Cidob y CNMCIOB BS) junto al Cefrec desarrollaron el Plan Nacional Indígena Originario de Comunicación Audiovisual.
En ese contexto el Cefrec ha trabajado en la implementación de dicho plan cumpliendo los objetivos de capacitación, producción e instalación de redes e infraestructura. Este trabajo fue fundamental para el inicio del proceso de cambio y especialmente para la consecución del proceso constituyente.   
Hace unos años el Plan Nacional ha dado frutos y se ha creado el Sistema Nacional de Comunicación Indígena Originario Campesino e Intercultural de Bolivia. Este sistema está en manos de la Comunicadores Audiovisuales Indígenas de Bolivia (CAIB) y su brazo técnico naturalmente es el Cefrec. La CAIB responde orgánicamente a las directrices de las confederaciones indígenas y campesinas de Bolivia.
El proceso de formación y capacitación de comunicadores se ha realizado durante muchos años, bajo un enfoque que propuso desde un inicio rescatar lógicas de las propias culturas para aplicarlas a los métodos de formación. Estos métodos seguramente no pueden implementarse en las instituciones educativas tradicionales.
Los talleres que el Cefrec ha impartido durante años siempre han obedecido a una lógica comunitaria. Son talleres intensivos que ocupan hasta doce horas de trabajo por día. Son talleres en que el trabajo es horizontal y altamente participativo, donde cada idea y cada guión se discute y reflexiona en un nivel colectivo. Por esos talleres han pasado formadores de la talla del cubano Francisco Sacha, que es catedrático de la Universidad San Antonio de los Baños de Cuba.
La implementación del uso del audiovisual como agente transformador de la sociedad realizada por el Cefrec y por las confederaciones indígenas y campesinas  durante todos estos años es un aporte valioso no solamente para nuestro país sino para el continente y el mundo entero. Aunque creo que todavía no ha sido valorado en su justa dimensión.
Muchos de los comunicadores que hace un mes accedieron a la defensa de su título han participado de los talleres de formación por varios años además de trabajar en las diferentes producciones que se han realizado en diversos géneros para el sistema de comunicación.
La verdad quisiera nombrar a todos los graduados pero no me alcanza el espacio. Lo que puedo decir es que cada uno de ellos es un emblema de lucha y perseverancia. Cada uno de ellos tiene sobrada capacidad profesional para enfrentar cualquier desafío y seguramente realizarán un gran aporte al país.

Faltaba un título, algo que los valide ante la sociedad. Las gestiones realizadas por el Cefrec, las Juntas Familiares y la Unibol, han logrado que se produzca esta validación. Un hecho histórico que recompensa la labor silenciosa de muchos bolivianos que dan todo lo que tienen por un país mejor. Ahora es tiempo de festejar. 

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