El más reciente libro de Alfonso Gumucio
Texto que la autora leyó durante la presentación del poemario Poeta de papel, hace algunos días en La Paz.
Matilde
Casazola
Fue
una hermosa noticia para mí saber de este nuevo libro de poesía de Alfonso,
personalidad siempre dinámica en tantas y tan diversas facetas de la creación y
el intelecto, como son la narrativa, el ensayo literario, el periodismo, el
cine, la fotografía, las ciencias de la comunicación… para todas las cuales ha
aportado con valiosas entregas: publicaciones, películas, libros; algunos de
estos trabajos premiados en eventos internacionales y nacionales.
Pero
indudablemente es la poesía la rama en que nos complace quedarnos hoy en
compañía de Alfonso. Le anteceden otros poemarios: Antología del asco (1979), Razones
técnicas (1980), Sobras completas
(1984), Sentímetros (1990) y Memoria de caracoles (2000).
Poeta de papel (2016) contiene
cien poemas inéditos, cada uno ornamentado de sugerentes dibujos logrados por
diversos artistas. Un doble regalo para el esteta: lo que éste capta
directamente del mensaje poético y lo que ve a través de los ojos del pintor.
Poesía
la suya, depurada, contenida, al tiempo que rica en imágenes, en juegos de
palabras que da gusto descifrar. Poesía traviesa con un cierto toque amargo.
Poesía poderosamente descriptiva.
Poeta de papel, obra densa en el
sentido de ser fecunda, es al mismo tiempo ligera, como el poeta mismo,
caminante, viajero, el ojo alerta, el pie alado.
Alfonso,
detallista, amante de los objetos bellamente labrados (en una cierta visita que
hice a su casa me enseñó hermosas esculturas africanas talladas en madera),
refleja esta misma cualidad en varios de sus poemas.
Hay
otros de amor ardiente. Muchos denotan esa sed de justicia que ha dado un rumbo
claro a su existencia.
Otra
clave para sus salmos: la mirada aérea y la mirada desde diversos puntos del
planeta: ciudades innúmeras, puertos, volcanes, selvas, desiertos, ruinas de
antiguas y admirables civilizaciones, paisajes en colores contrastados.
La
observación de las criaturas que pueblan nuestro mundo: animales, plantas, lo
cósmico en su poesía. Y el ser humano con todas sus llagas, sus costumbres
cotidianas, sus hastíos, también sus crueldades.
Este
libro es un testimonio de vida. Todo un mundo contenido en cien poemas que
fueron escritos a mano, en una hoja de papel, y guardados a veces por años,
hasta volver a leerlos y darles la definitiva forma.
--
Apoyo
Dos poemas
De noche
Sacarse
de encima el día
como
un traje triste dejarlo
colgado
en el borde de la ventana
escalar
desnudo a la noche
a
su terciopelo estático
cerrar
los ojos al derroche de luz
bajar
la pantalla diurna
como
una persiana caliente
elevar
el espejo de plata
al
nivel más profundo
del
sueño
--
Tornillo
Tengo
un tornillo en vez de cuello
una
tuerca oxidada en la base del cráneo
quizás
son termitas que corroen
mi
nuca mis vértebras mis nudos
goznes
que gruñen sin grasa
se
quejan cuando muevo la cabeza
o
será una víbora con esqueleto de palo
que
ha crecido conmigo todo el tiempo
se
ha hecho dura como mi coraza
se
ha hecho coraza como mi corazón
se
ha hecho corazón como mi cabeza
cebolla
rígida y preludio
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