domingo, 26 de julio de 2015

Música

AntezanA: Ya no hay Miedos

Comentario sobre la reciente producción musical del grupo paceño.


Fotografía: Rodrigo Quiroga.

Mario Eduardo Vargas

“Tengo miedo de no saber elegir / Tengo miedo de vivir…” son las últimas líneas de Miedos, canción originalmente compuesta por Sergio Antezana en 2002 para su álbum debut Tu sangre triste y oscura (grabación independiente), una incursión acústica en el terreno de la música folklórica latinoamericana.
El músico paceño, de entonces 25 años, no había establecido aún aspectos inherentes a su propuesta; tal es el caso del timbre de su voz, que recogía una indisimulable influencia de algunos de los padres de la trova.
Pero el contenido lírico de Miedos denunciaba una elogiable intención del cantautor: valor para asumir y transmitir la intimidad de sus estados de ánimo -miedos incluidos, claro-, a quienes se dignaran a escucharlo. No se trataba de  una propuesta comercial, en lo absoluto; pero esos temores tan humanos, además, que Sergio plasmaba en sus canciones, contrastaban de manera un tanto irónica con la valentía con la que había decidido trazar su camino musical: música que signifique. La osadía propia de los años de juventud está repleta de este tipo de ambivalencias en el orden existencial.
La segunda de las canciones en cuestión es Desde hace algún tiempo, grabada originalmente para Sencillo (Wayna Audio, Fundación Wayna Tambo, 2004), segundo álbum de la discografía solista de Sergio.
La naturaleza introspectiva del contenido de la canción eleva su tensión hacia alturas insospechadas hasta resolverse en una línea que conmueve: “Y es más, te quiero decir: que tomes en cuenta… que voy a estar ahí”.
Esta versión de Desde hace algún tiempo ha quedado registrada para la posteridad como una suerte de maqueta en la que Sergio lograría volcar todo lo que quería decir con una fluidez fantástica, y a la que regresaría una década después para grabar la versión definitiva. Creo que el objetivo de mi música es reflexionar sobre la realidad del ser humano contemporáneo, en un mundo en el que, pese a la sobrepoblación, vivimos en soledad, y es quizás este uno de los mayores males de nuestro tiempo”, explicaría alguna vez el músico.
Ambas canciones están incluidas en Miedos, la segunda propuesta de AntezanA, la banda que Sergio (guitarras y voces) ahora integra junto a Leonardo Miranda (bajo), Iván Guzmán (batería) y Marco Flores (teclados).
Miedos es uno de los discos que forman parte de la serie Vibra mi patria Bolivia, impulsada por el Ministerio de Culturas. Si bien es a partir del tercer trabajo discográfico de Sergio (Caligramas, Pro Audio, 2008) en el que se vislumbra que su música comenzaba a ser reenfocada; es en el cuarto (AntezanA, 2013) en el que esa transformación sónica, si se quiere, se perfilaría ya como definitiva.
La asociación de Sergio con Marco Flores se remonta a los días de Caligramas. Leonardo Miranda se incorporaría al cuarteto desde las sesiones de AntezanA e Iván Guzmán aportaría su vibrante estilo a partir de las presentaciones para difundir ese disco.
Miedos no alcanza los 23 minutos de duración, hecho que técnicamente lo incorpora más bien a la categoría maxi-single; pero ello no le resta trascendencia a todo lo que transmite. Las ya mencionadas Miedos y Desde hace algún tiempo reciben cada una su face lift hasta ser transformadas en una vibrante versión rockera y una incursión en el ámbito del power ballad en sutil simbiosis con tintes de rhythm and blues, respectivamente.
El resto del repertorio del disco no desentona. Fading, composición en inglés, es noventera. Sombra, por su parte, se ubica casi en la misma línea de tiempo y nos recuerda ligeramente a Soundgarden, aunque con el encantador añadido del dulce sonido de un charango en la coda.
Fuego confirma la habilidad poética de Sergio: “Soy una chispa en el viento / que ve su luz, que va a su luz / el fuego es mi firmamento / mi inhalación, mi exhalación / el humo es mi vestimenta / mi obstinación…”. Finalmente, Expansión es la despedida también nutrida de las oscilaciones métricas propias del grunge que marcaron una época. Miedos es breve, pero fluye con naturalidad.
La propuesta de AntezanA no va a llenar estadios ni vender discos en cantidades industriales porque el nuestro es un mercado en el que quienes consumen “música” carecen de cultura musical. “Son todos unos sordos”, la tajante descripción que alguna vez vertiera el gran Astor Piazzolla para referirse a quienes no entendían su propuesta en su país, se aplica a la perfección en el caso de Sergio Antezana. Las propuestas honestas jamás movieron multitudes.
Asistimos a la presentación oficial de Miedos en el Teatro Municipal 6 de Agosto, escenificada a principios de junio. Si bien la concurrencia no fue nutrida, se notó que quienes asistieron a esa velada artística disfrutaron de la música del cuarteto.  
AntezanA, además de las que ya hemos citado, también interpreta en concierto versiones remozadas del cancionero de Sergio que vale la pena destacar: Síntesis, You, Silencio, Cenizas y Piel, por ejemplo.
AntezanA ha logrado afianzar su propuesta. “Pensé que el reto que debía asumir -explica Sergio en el librillo que acompaña al CD- era grabar un disco en el que los músicos de la banda aporten decisivamente al desarrollo de los temas y no solamente como ejecutantes. (…) Creo que éste es el camino. Seguiremos andando”.

Miedos también incluye un DVD con un recital del cuarteto registrado en el patio del Ministerio de Culturas.

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