sábado, 12 de septiembre de 2015

Libros

La imagen en la poesía de Vicente Huidobro

Fragmento del prólogo a la segunda edición del libro Vicente Huidobro: hambre de espacio y sed de cielo, de Eduardo Mitre, que acaba de publicar la editorial cruceña El País.


Eduardo Mitre 

Si la imagen en la poesía de Vicente Huidobro no es el único tópico de este ensayo, es al menos el foco central del mismo.
En principio, nuestro enfoque se limitaba a la obra comprendida entre El espejo de agua (1916) y Poemas árticos (1918). Sin embargo, el tema de la imagen me condujo a sus libros anteriores y posteriores,  llevándome a abarcar la totalidad su obra.
Con todo, las referencias a Altazor (1931), el poema capital de Huidobro, son marginales por la simple razón de que este monumental poema ha sido ya objeto de varios y lúcidos estudios por parte de varios críticos 1.
Por razones parecidas, no me extiendo en la explicación de la teoría creacionista; en verdad, casi nada nuevo queda por decir sobre ella, pues en sus principios más válidos pertenece al acervo común del arte moderno. De todos modos, en la exposición sucinta de los manifiestos del poeta destaca los puntos centrales que conforman su estética, sin descuidar aquellos que la distancian de movimientos como el futurismo y el surrealismo.
En estrecha relación con la imagen se desarrolla el capítulo denominado “El poema: figuración del espacio”, ya que la disposición espacial de los versos genera, por efectos de contigüidad, numerosas imágenes o metáforas. Por ello, dedico un capítulo a Ecuatorial  (1918), poema que resume magistralmente la etapa de la poesía espacial de Huidobro.
En el análisis de la imagen he adoptado las distinciones retóricas entre comparación, metáfora e imagen, se debe a razones meramente metodológicas o expositivas; de ahí que a menudo utilice los términos imagen y metáfora indistintamente. En suma, sin renunciar a la discusión teórica, al cotejo o simple muestrario de las lecturas ya registradas sobre la obra de Huidobro, este ensayo se propone dar una lectura realizada fundamentalmente desde la imaginería del poeta.
Esta segunda edición comporta respecto de la primera, publicada en 1981 por la editorial Monte Ávila de Caracas, varios cambios: enmiendas en la redacción, modificaciones en su estructura y adiciones importantes.
Así, he suprimido el breve capítulo “La dialéctica del espacio”, incorporando parte del mismo en el capítulo “Una poesía del aire”, y he añadido otro capítulo relativo a la imagen en la obra narrativa y teatral del poeta. Asimismo, se incorporan otros puntos de vista críticos, tomados de ensayos sobre la obra del poeta, publicados con posterioridad a esa primera edición, los cuales enriquecen ostensiblemente la lectura que aquí se ofrece.
Otra adición esencial: al ensayo le sigue ahora una antología de la poesía de Huidobro, que muestra la originalidad de su genio, y con la cual el lector puede acompasar su lectura. La breve antología se inicia con El espejo de agua, y la culmina El paso del retorno, un poema que constituye un testimonio vibrante de la experiencia del regreso y una suerte de autobiografía vital y estética del gran poeta.



1 Me refiero en especial al ensayo de Guillermo Sucre: Huidobro; altura y caída. La máscara, la transparencia (Caracas: Monte Avila, 1975); al de Saúl Yurkiévich: “Vicente Huidobro: el alto azor”, en Fundadores de la nueva poesía latinoamericana (Barcelona: Barral Editores, 1971); asimismo a Altazor de René de Costa en Huidobro:  Los oficios de un poeta. Traducción de Guillermo Sheridan. (México: Fondo de Cultura Económica, 1984), y al iluminador ensayo de Octavio Paz Decir sin decir: Altazor (Vicente Huidobro), Convergencias (Barcelona: Seix Barral, 1991). 

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